El viaje de Salman: de Libia a la última llamada a su madre antes de inmolarse
La policía trata de reconstruir los últimos pasos del terrorista del Manchester Arena. Estuvo en Libia, Siria y Alemania.
26 mayo, 2017 02:01Una llamada a su madre horas antes de inmolarse, una escala en Dusseldorf días antes del atentado y estancias con muchas incógnitas en Siria y Libia. La policía y los servicios de inteligencia británicos trabajan a marchas forzadas para reconstruir todos los pasos de Salman Abedi, el británico de origen libio que acabó con la vida de 22 jóvenes este lunes en el Manchester Arena.
Reino Unido, que en dos semanas celebra elecciones generales anticipadas, está en el máximo nivel de alerta ante la posibilidad de que un nuevo atentado se produzca de forma inminente. La población y el Gobierno de Theresa May, que ha sacado el Ejército a las calles, se preguntan ahora si pudo evitarse la masacre.
Aunque las autoridades británicas han intentado controlar el flujo de información sobre la investigación, los servicios de inteligencia de Alemania, Francia y muy especialmente EEUU, han ayudado a recomponer el rompecabezas de Salman Abedi. A continuación, recopilamos todos los datos conocidos sobre su recorrido de ida y vuelta a Manchester.
1. Un joven introvertido del sur de Manchester
Salman Abedi pasó la mayor parte de su vida en el barrio mancuniano Fallowfield. Este británico de 22 años, hijo de una familia de exiliados libios, ha sido descrito como un joven introvertido, tranquilo y seguidor del Manchester United. Hasta hace dos años estudiaba empresariales en Salford. La policía investiga si su salida de la Universidad guarda alguna relación con el inicio de su presunta radicalización.
Los medios británicos han escudriñado en las últimas horas su pasado y citan varios episodios para tratar de explicar el ataque. Mohamed Saeed, imán de una mézquita de Didsbury ha asegurado al diario The Guardian que Salman le dedicó “una mirada de odio” tras un sermón condenando el terrorismo. Otro conocido del atacante ha recordado al New York Times la “furia” que le produjo la muerte de un amigo, Abdul Wahab Hafidah, en una pelea entre bandas en mayo del año pasado.
2. La incógnita de Libia
Todas las hipótesis apuntan hacia este país. Precisamente, el lugar del que la familia Abedi huyó para evitar al régimen de Gadafi y construir una nueva vida en Reino Unido. Según los datos que han trascendido de la investigación, Abedi viajó a Tripoli el 18 de abril para estar con su familia unas semanas (el padre pasaba largas temporadas en el país desde la caída del dictador libio).
El padre, Ramadan Abedi, fue detenido este miércoles junto al hermano pequeño por una milicia libia -la RADA-, que los acusa de estar directamente relacionados con el Estado Islámico. “Hablé con él hace cinco días y no noté nada raro. Salman no pertenece a ninguna red terrorista”, ha defendido el padre durante una conversación con Reuters.
No hay información fiable de los motivos de la detención de los familiares pero varios medios británicos han comprado la versión de los vínculos familiares con la yihad. Por su parte, la ministra del Interior británica, Amber Rudd, sólo ha confirmado que Salman estuvo en Libia, sin dar más detalles sobre su presunta radicalización en este país.
3. Parada en Siria
El nuevo Gobierno galo también ha desvelado algunos detalles del viaje de Salman Abedi. Mientras el Gobierno británico trataba de contener las filtraciones, el titular de Interior avanzó que el terrorista de Manchester estuvo en Siria antes de regresar a Reino Unido.
Gerard Collomb aseguró en una entrevista en BFMTV que los vínculos con el Estado Islámico “están comprobados” y que es “probable” que fuera en Siria donde decidiera finalmente llevar a cabo el ataque del lunes.
4. Escala en Alemania
Cuatro días antes de atentar, Salman Abedi hizo una escala en la ciudad alemana de Dusseldorf, tal y como asegura el semanario Focus citando a fuentes de la inteligencia alemana, que no ha revelado más datos sobre qué hizo durante esta parada. Los servicios de inmigración del aeropuerto han ratificado esta hipótesis.
No saltó ninguna de las alarmas porque sus datos no figuraban en ninguna lista de potenciales terroristas. De hecho, en los dos últimos años ya había estado en dos ocasiones en el país. La policía alemana investiga ahora si el joven británico tenía algún vínculo con los entornos radicales de la región de Renania del Norte, donde hay importantes núcleos salafistas.
5. Últimas horas en Manchester
“Su hermano supo que algo iba mal en Manchester y pensó que Salman podría tener algo que ver… Tras ver las noticias nos dijo que pensó que su hermano había sido el responsable del atentado”. Estas palabras de un portavoz de las autoridades libias al programa Newsnight de la BBC dan una idea de la consciencia que presuntamente tenía parte de la familia sobre la radicalización de Salman.
Este mismo portavoz asegura que, tan sólo minutos antes de hacer explosión del artefacto, Salman telefoneó a su madre para despedirse.
En los días previos al ataque, Abedi habría alquilado un apartamento a través de Airbnb en Granby Row. La calle está cerca del centro de la ciudad, a 20 minutos a pie del Manchester Arena. Según esta versión del diario Telegraph, que cita a fuentes de la lucha antiterrorista, es muy probable que el piso fuera el lugar donde, con ayuda de otros, se ensambló la bomba. El artefacto, que iba alojado en una mochila, contenía tuercas y tornillos metálicos para aumentar los efectos de la onda expansiva.
Los pasos de sus últimas horas se recuperan el pasado viernes 19 de mayo. Según la cadena británica Sky News, sacó 250 libras de un cajero y puso rumbo al centro comercial Arndale. Las cámaras de seguridad del edificio capturaron la imagen que se puede ver debajo de estas líneas. El terrorista, con ropa negra, lleva una mochila que habría comprado para esconder los explosivos.