La polémica sobre el burkini vuelve a Francia. El empresario argelino Rachid Nekkaz ha denunciado este viernes que se ha visto obligado a anular su convocatoria de un baño público con ese bañador islámico en las playas de Cannes. También ha denunciado que varias personas de su entorno han sido detenidas.
La ciudad gala fue la primera que prohibió esa prenda en julio del año pasado, una medida seguida en otros puntos del país, y Nekkaz señaló que su objetivo era celebrar la decisión que el Consejo de Estado, la máxima instancia administrativa francesa, tomó hace justo nueve meses contra ese veto.
"La Prefectura me dijo esta mañana que (la manifestación) no estaba autorizada. Decidí anularla, pero mantener el baño, porque no hay ningún decreto que nos impida hacerlo", dijo a la prensa el fundador de la asociación "No toques a mi Constitución", muy combativa contra la ley que prohibió llevar el niqab en la calle.
Un día antes del Ramadán
Suspendida su convocatoria pública, prevista en pleno Festival de cine de Cannes y un día antes del inicio del Ramadán, su intención, añadió, era solamente bañarse en familia.
El empresario, candidato a las presidenciales francesas en 2007, denunció que, antes incluso de bajar a la playa, diez mujeres de su grupo fueron detenidas por las fuerzas del orden cuando estaban con él en un restaurante de la Croisette, el Paseo Marítimo.
"Que se me prohíba comer delante del (hotel) Martínez es un poco osado, así como que se me diga que si vamos a bañarnos nos arriesgamos a seis meses de prisión y 45.000 euros de multa", contó a los medios.
"Un baño simbólico"
Nekkaz, que el año pasado se ofreció a pagar las multas de las mujeres que fueran sancionadas por bañarse con ese tipo de bañador que cubre completamente el cuerpo, insistió en que solo pretendía llevar a cabo "un baño simbólico".
El Consejo de Estado sienta jurisprudencia y su decisión, lanzada en concreto para Villeneuve Loubet, estimó que el veto, que fue anulado, era "una afrenta grave y manifiestamente ilegal contra las libertades fundamentales".
La resolución establecía que una medida de ese tipo solo podía justificarse cuando quedara demostrada la amenaza contra el orden público. "Cannes no la ha respetado", estimó Nekkaz, que destacó que las mujeres arrestadas iban vestidas normales y "no había motivos" para llevarlas a comisaría.
Contactadas por EFE, ni la Policía ni la Prefectura (delegación de Gobierno) han ofrecido su versión de los hechos.
La polémica sobre ese tipo de bañador saltó en Francia a principios del pasado agosto, cuando se conoció la propuesta de la ONG Smile 13 de reservar un parque acuático cercano a Marsella exclusivamente para mujeres, a las que se les pedía acudir con esa prenda o bien cubiertas, y que también tuvo que ser anulada.