La Fiscalía holandesa investigará, a petición oficial de Austria, las declaraciones sobre el islam hechas por el líder ultraderechista Geert Wilders, quien afirmó que esa religión es "una ideología de la guerra y el odio", durante un discurso en Viena.

Según el diario holandés AD, fue Austria la que pidió al Gobierno holandés iniciar una investigación por los comentarios hechos por Wilders durante ese discurso, que pronunció en Viena en 2015.

"El islam llama a la gente a ser terrorista. El Corán no deja ninguna duda sobre ello", afirmó entonces el político que dirige el Partido de la Libertad (PVV), el segundo más grande de los Países Bajos.

Una organización islámica denunció ese discurso a la policía austríaca, lo que llevó a la apertura de una investigación en ese país, aunque una portavoz informó que ahora han decidido no seguir con la denuncia sino "transferirla" a Holanda.

Wilders fue acusado de incitación ("verhetzung"), un delito similar a "disturbios" y por el que varios políticos austríacos recibieron sentencias de suspensión de empleo, ya que la ley de ese país es muy estricta con estos temas.

El presidente de la Iniciativa Islámica Austríaca, Tarafa Baghajati, presentó una queja oficial sobre el discurso y explicó que Wilders "dio la impresión de que todos los musulmanes están aquí para hacer la guerra contra los europeos". El ultraderechista reaccionó calificando de "incomprensible" la investigación.

Wilders se siente 'perseguido'

"Se está dejando de lado a los ladrones y terroristas, y en su lugar se persigue a un político por decir la verdad sobre el islam", insistió Wilders en un mensaje publicado en la red social Twitter.

El pasado año, Wilders fue declarado culpable de incitar a la discriminación racial e insultar a una comunidad, con su manifiesto que pedía "menos, menos marroquíes" en Holanda.

No recibió ninguna pena por ello, pues fue una sentencia simbólica en el que se le llamó la atención por sus declaraciones, aunque él recurrió la condena.