El popular artista de street art Banksy también hace campaña en las elecciones británicas. O al menos lo ha intentado. Hace unos días, el grafitero anónimo lanzó una promoción especial a través de su Instagram. Anunció que regalaría una reproducción exclusiva de sus creaciones a cada votante de la zona de Bristol que le enviara una papeleta de voto en contra de Theresa May.
Pero el objetivo de frenar la victoria conservadora a golpe de arte urbano ha sido frustrado por las autoridades británicas. Aunque en la imagen original de la campaña justificaba que "sólo se trataba de un regalo y que de ninguna manera pretendía influir en el resultado de las elecciones", la comisión electoral no tiene la misma opinión.
Un portavoz de la policía aseguró que, de acuerdo con la ley, es un delito aceptar regalos a cambio de un voto, y advirtió que cualquier persona que aceptara la oferta se vería expuesta a un procesamiento legal.
La campaña ha sido suspendida y no habrá regalo para los haters de Theresa May. Así lo ha anunciado el propio Banksy en un nuevo mensaje en Instagram: "Siento anunciar que esta promoción mal concebida y dudosamente legal se ha cancelado".