Los métodos que utiliza el MI5 están en entredicho después de que se haya conocido que los terroristas de los ataques que ha sufrido el país en los últimos tres meses habían sido fichados por las autoridades.
Existen principalmente dos listas de vigilancia. Una es la común, llamada “lista de comportamiento”. En esta estamos incluidos todos los ciudadanos. Estudia los comportamientos sospechosos. Por ejemplo, saltarían las alarmas si alguien comienza a adquirir grandes cantidades de material químico para fabricar un explosivo o si gente con un determinado perfil (especialmente adolescentes) intenta llegar hasta Siria.
La segunda lista es la de los nombres, que a su vez se divide en dos. En una están los extremistas que no representan una amenaza. Incluye unos 20.000 nombres y la vigilancia no es constante ni continua. En esta lista estaban el terrorista de Manchester, Salman Abedi, y Khuram Butt, uno de los autores del último atentado en Londres. La segunda parte de esta lista es la de los individuos que realmente preocupan al MI5. Está formada por unos 3.000 nombres y la vigilancia es casi total.
Los expertos en seguridad advierten de que la base en la que se confeccionan las listas están obsoletas para el tipo de terrorismo que se hace ahora, el terrorismo de bajo coste. Los últimos atentados no han requerido de una gran planificación ni una fuerte red de apoyo. Aseguran que deben de mejorarse los motivos por los que las personas son incluídas en las diferentes listas y cambiar los métodos de vigilancia.
DEMASIADOS ERRORES
Los responsables de los ataques parecen haber escapado a los métodos de vigilancia, logrando sembrar el terror en diversos ataques.
Khuram Butt fue filmado en un documental llamado “Los yihadistas de la puerta de al lado” en el que dijo que sería capaz de matar a su madre por Alá. Fue denunciado a la Policía por una vecina y por el imam de una mezquita de su vecindario, al Este de Londres. Scotland Yard, pese a tener constancia, no lo mantenía bajo vigilancia. Butt, junto a otros dos hombres, atropelló y acuchilló a decenas de personas. Siete de ellas han fallecido y 48 resultaron heridas.
Youssef Zaghba es otro de los tres terroristas que perpetraron el ataque del sábado en London Bridge. En 2016 fue detenido en el aeropuerto de Bolonia (Italia) intentado volar a Siria vía Turquía. En el mostrador de facturación llegó a decir: “Quiero ser terrorista”. La Policía italiana asegura que compartió esta información con los servicios británicos pero Scotland Yard no ha querido hacer comentarios al respecto. Después de este incidente Zaghba logró igualmente viajar y trabajar en Reino Unido.
Rachid Redouane es el tercer terrorista del ataque. De origen libio-marroquí se conoce que llevaba viviendo en Dublín alrededor de cinco años. Las autoridades irlandesas han asegurado que no tenían constancia de actividades sospechosas.
Salman Abedi era el terrorista de Manchester. Estados Unidos advirtió en 2016 a Reino Unido de que vigilaba al ciudadano británicode origen libio por sus viajes a Libia. Abedi estaba en una lista de antiguos sospechosos pero no fue vigilado y pudo matar a 22 personas en el atentado del Manchester Arena el pasado 22 de mayo.
Khalid Masood asesinó a cuatro personas en el ataque que perpetró en Westminster el 22 de marzo. Atropelló a varias personas con un vehículo alquilado y acuchilló a un Policía. Masood también había formado parte de una lista de sospechosos pero como dijo Theresa May era una “figura periférica” y tampoco se encontraba bajo vigilancia.
Los partidos, en materia de seguridad
Theresa May ya prometió cambios en las medidas antiterroristas que debe adoptar el nuevo Gobierno que salga tras la elecciones del 8 de junio. Este martes fue más allá cuando dijo que los métodos de vigilancia del MI5 “deberán ser revisados”.May centra sus mensajes de batalla contra el terrorismo en la prevención en internet y en una mayor colaboración con centros educativos para evitar la radicalización.
Jeremy Corbyn, líder de los laboristas británicos, acusa a May de haber reducido el número de policías en las calles. Él promete 10.000 agentes más en las calles, 1.000 más para inteligencia y otros 500 guardias de fronteras. Además, quiere presionar a países como Aarabia Saudí para que aclare su relación con grupos terroristas.
Los liberaldemócratas, europeístas y claramente contrarios al brexit optan por una mayor colaboración con los servicios de inteligencia de otros países y, especialmente, con Europa.
El eurófobo UKIP quiere aumentar en 20.00 el número de agentes, también armar a la Policía que patrulla las calles y aumentar el número de guardias de frontera para “eliminar el terrorismo de raíz".
Las elecciones que debían ser las del brexit han terminado por ser todo menos eso. Tras los ataques de Manchester y London Bridge, la seguridad nacional es lo que ha copado los mensajes electorales.Antes, después de la publicación de los programas de los partidos, el protagonismo fue para el gasto social, que hizo resurgir a Corbyn en las encuestas.
Los últimos sondeos hablan de una diferencia de entre cinco, diez y hasta un sólo punto entre laboristas y conservadores. May podría perder la mayoría en unos comicios que, a fin de cuentas, no tenía por qué haber convocado.