El asesinato machista de Émilie Hallouin, de 34 años, conmociona a Francia. Su exmarido Guillaume Grémy, de 37, eligió el día del cumpleaños de su expareja para acabar con su vida de la manera más cruel: atándola a las vías del tren a su paso por la localidad de Beauvilliers, al norte del país. El asesino se quitó la vida al paso de un tren de alta velocidad.
Según el diario británico The Mirror, Grémy ató las muñecas y los tobillos de Émile con una cinta aislante de polietileno a las vías. Un portavoz de la policía de Beauvilliers ha informado de que "la mujer, de 34 años, había sido atada a las vías con cinta adhesiva antes de su muerte, mientras que el cuerpo del hombre no". El suceso se produjo el lunes.
"Fue el acto de un hombre que había estado sufriendo una grave y larga depresión", ha señalado el portavoz. La pareja, que tenía cuatro hijos en común, se separó hace tres años.
La policía encontró además un automóvil estacionado cerca del lugar del suceso, lo que les permitió identificar rápidamente a las víctimas.