La primera ministra británica, Theresa May, sigue intentando dejar atrás las críticas sobre su gestión política tras el incendio en la torre residencial del oeste de Londres que ha dejado 79 muertos y desaparecidos.
May, que este miércoles pidió perdón durante el Discurso de la Reina, ha vuelto este jueves al Parlamento británico para dar explicaciones y seguir escuchando como la oposición afeaba su retraso en la respuesta.
El más contundente ha sido Jeremy Corbyn: "Cada una de las muertes podía y debía haber sido evitada", ha defendido durante su intervención el líder del partido laborista.
En relación con el controvertido revestimiento que tenía el edificio, con un material altamente combustible, la primera ministra comunicó a los diputados que los inspectores han localizado más pisos de protección oficial en las mismas condiciones, por lo que se tomarán medidas para que esos inmuebles estén seguros.
Downing Street ha confirmado poco después de la comparecencia de May que unos 600 rascacielos en Reino Unido tienen un revestimiento similar al de la torre Grenfell.
Según explicó, unos 100 edificios a diario son revisados en el Reino Unido, después de que los expertos indicasen que el fuego en la torre Grenfell se extendió rápidamente debido a que el revestimiento del edificio estaba hecho con polietileno.
Por otra parte, en un gesto con la comunidad afectada por el devastar incendio, las autoridades británicas no revisarán la situación de inmigración de los afectados por el incendio. La jefa del Gobierno conservadora dio a conocer esta decisión ante la posibilidad de que algunos residentes extranjeros de la torre Grenfell pudieran estar en situación irregular.
May también informó de que cada adulto que vivía en el edificio del oeste de Londres, formado en su mayoría por pisos de protección oficial, está recibiendo 500 libras (565 euros) en efectivo, aportaciones que los damnificados no tendrán que devolver al Gobierno.
"Es importante que la gente sepa que pueden quedarse con el dinero. No tendrán que devolverlo, y no afectará a sus derechos sobre sus beneficios" estatales, añadió la "premier" en una declaración sobre la respuesta del Ejecutivo a la tragedia de Grenfell.
Los damnificados podrán vivir en pisos similares en la misma zona de Londres, pero ninguno estará obligado a residir en un lugar que no quiera, puntualizó.
Primera 'víctima' política
El consejero delegado del ayuntamiento londinense de Kensingon & Chelsea, Nicholas Holgate, anunció hoy su dimisión tras el devastador incendio de la semana pasada.
Holgate fue centro de las críticas por el retraso del ayuntamiento de ese barrio de Londres, al que pertenece la torre, en atender la crítica situación de los damnificados por el fuego.
May pidió ayer disculpas en el Parlamento por los fallos en la atención a los afectados y reconoció que el apoyo no fue "suficientemente bueno".