El gobierno de Theresa May se muestra reacio a publicar el informe sobre la financiación extranjera del terrorismo en el Reino Unido, según ha informado este lunes The Guardian. La líder del Partido Verde, Caroline Lucas, que esta semana ha vuelto a reactivar el debate en el Parlamento sobre si dicho documento debería hacerse público, considera que la investigación del Ministerio del Interior contiene informaciones sensibles que involucran directamente a Arabia Saudí como principal mecenas del terrorismo yihadista.
En plenas negociaciones del brexit, Londres ha comenzado a apuntalar las relaciones internacionales con estados no pertenecientes a la Unión Europea, con el objetivo de amortiguar el impacto que puede traer el divorcio a sus relaciones comerciales. Desde el comienzo de su mandato, May ha buscado reforzar las relaciones políticas y económicas con los países del Golfo Pérsico, razón que la llevó a visitar Riad semanas antes de las elecciones anticipadas.
El informe, según ha podido saber el rotativo británico The Independient, fue encargado por la Administración de David Cameron y aprobado por Theresa May cuando ocupaba el puesto de ministra del Interior. La elaboración del documento se fraguó tras un acuerdo entre los tories y los Liberal Demócratas de Tim Farron. Estos últimos exigieron el informe para conocer la financiación extranjera que percibía el extremismo en Gran Bretaña, y así apoyar al ejecutivo de Cameron para bombardear posiciones del Estado Islámico en Siria a finales de 2015.
Después de las reprimendas de los últimos días por parte de diferentes partidos de la oposición, el gobierno de May no descarta publicar algunas partes del informe con la intención de dar a conocer a la cámara legislativa la situación sobre la financiación terrorista, y así poder legislar en consecuencia. De hecho, esta misma semana Caroline Lucas ha recibido una respuesta de Theresa May a las exigencias de publicar el informe, la cual indica que los ministros están "teniendo en cuenta los consejos sobre lo que se puede publicar e informará al Parlamento con una actualización a su debido tiempo".
Críticas por ambigüedad del gobierno
A raíz del revuelo formado por la publicación del informe, la diputada conservadora Sarah Newton, ha descargado la responsabilidad al equipo de Cameron alegando que "la revisión de la financiación del extremismo islámico en el Reino Unido fue comisionada por el ex primer ministro". No obstante, sostiene que su elaboración fue positiva debido a que "ha mejorado la comprensión del gobierno de la naturaleza, la escala y las fuentes de financiación para del extremismo en el Reino Unido".
Boris Johnson, ministro de Exteriores, informaba hace un mes de que es correcto plantear cuestiones sobre la financiación extranjera de la radicalización en el Reino Unido, incluso con Arabia Saudí. Además, insistió en que el gobierno no estaba entorpeciendo la publicación del informe, sino todo lo contrario.
El citado informe tenía que haber visto la luz en primavera del año pasado. Sin embargo, desde Downing Street se subraya que facultad de la primera ministra decidir cuándo se publica.
La presión de la oposición para que el Gobierno conservador revele el informe sigue creciendo. Tanto el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, como la ministra principal Escocia, Nicola Sturgeon, exigen respuestas a Theresa May.
Por su parte, Tim Farron sostiene que "es un escándalo que el gobierno esté suprimiendo este informe. La única conclusión que puedes sacar es que están preocupados por lo que realmente dice", según ha recogido The Guardian.
Segundo exportador de armas
Con el telón de fondo de la permanente alerta terrorista y la instauración de una psicosis civil generalizada que azota Europa, resulta paradójico comprobar que Reino Unido es el segundo exportador de armas del mundo. Del total, dos tercios van a parar a países de la península arábiga, en donde se encuentran los principales focos de propagación de terroristas yihadistas.
Desde 2010 las armas que se exportan desde las Islas Británicas van a parar 51 países diferentes, de los cuales, 39 son países cuya forma de gobierno transcurre desde dictaduras hasta monarquías absolutas, donde los Derechos Humanos son puestos en solfa constantemente y las libertades son coartadas por imposición de los regímenes. Ésta es una muestra más del funcionamiento y de los criterios que se estipulan a la hora de establecer y conjugar las relaciones internacionales sobre comercio y diplomacia.