El Parlamento británico relaja las normas de etiqueta. La Cámara de los Comunes permitirá a los diputados ir a los plenos sin corbata. La decisión del 'speaker' de la Cámara, John Bercow, ya ha encontrado el rechazo de buena parte de los representantes conservadores en el hemiciclo.
"La medida convertirá poco a poco a nuestro parlamento en una suerte de pleno de Ayuntamiento o asamblea", ha comentado el conservador Peter Bone. "Nuestro Congreso es distinto, tiene cientos de años de tradiciones y deshacerse de esta es un error que repercute en el respeto a la institución", ha dicho en una entrevista a la BBC.
El detonante del destierro de la corbata en el 'uniforme' de los miembros del Parlamento está Jared O'Mara, que ha conseguido en las últimas elecciones el escaño del Nick Clegg, ex viceprimer ministro durante la etapa de Cameron. O'Mara padece una parálisis cerebral que le impide llevar nada atado al cuello.
Bercow ha 'aprovechado' esta circunstancia para hacer de la excepción una norma aunque ha recordado que aunque la corbata no será necesaria se sigue pidiendo a sus señorías que vistan con un "estilo de negocios", según las propias explicaciones del responsable de la Cámara en un pleno de la semana pasada.
Aunque las corbatas puedan pasar a la historia al igual que pasó con la peluca que solía portar el speaker, las normas de etiqueta de Westminster siguen teniendo límites claros: las camisetas de los equipos de fútbol, gafas de sol, gorras, pantalones cortos o jerséis de cuellos alto siguen prohibidas. No así las faldas escocesas, que sí están permitidas en ocasiones especiales.
Los diputados díscolos que no ven con buenos ojos esta 'modernización' han amenazado en tono irónico con acudir a los plenos con 'shorts' y camisas hawaianas, informa The Guardian. Una reivindicación que no es nueva, y menos en verano. "¿Por qué no podemos llevar pantalones cortos? Luchando contra el calor externo e interno", tuiteó un diputado sobre el vetusto aire acondicionado en el hemiciclo.