Crece la tensión diplomática entre Alemania y Turquía. El Gobierno de Angela Merkel ha advertido este jueves que no puede garantizar la seguridad de sus ciudadanos ni empresas en el país y anunció que revisará las relaciones con el Ejecutivo de Erdogan.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, lanzó esta advertencia, consensuada, según explicitó, tanto con la canciller Angela Merkel como con el líder socialdemócrata Martin Schulz, tras el encarcelamiento en Estambul de seis activistas de los derechos humanos, entre ellos el alemán Peter Steudtner.
El Ministerio de Exteriores había trasladado ya a Ankara, a través del embajador turco en Berlín, su "indignación" por esas detenciones y exigido la liberación inmediata de los activistas.
"No podemos continuar como hasta ahora, debemos ser más claros para que los responsables en Ankara entiendan que una política de ese tipo tiene consecuencias", subrayó Gabriel, convencido de que la actitud de Turquía vulnera los valores europeos y también los de los aliados de la OTAN.
Como primer punto, se dirigió a las empresas alemanas, porque, señaló, "nadie puede aconsejar inversiones en un país cuando no hay seguridad jurídica" y cuando se acusa a empresas inocentes de estar cerca de organizaciones terroristas.
Vínculos con el terrorismo
El semanario Die Zeit informó de la existencia de una lista con varias empresas germanas a las que Ankara atribuye vínculos con el terrorismo, desde grandes consorcios como Daimler y BASF, hasta modestos comercios de comidas rápidas o particulares.
Como segundo capítulo, subrayó el ministro alemán la necesidad de revisar en la UE las ayudas que recibe Turquía como país candidato a la adhesión, y, en tercer lugar, anunció el endurecimiento de los consejos a los alemanes que quieran viajar a Turquía
"El caso Steudtner muestra que los ciudadanos alemanes no están a salvo de detenciones arbitrarias", recalcó Gabriel, quien señaló que el Gobierno debe poder garantizar la seguridad de sus compatriotas.
Steudtner fue a Turquía para participar como asesor en un seminario y fue encarcelado acusado de vínculos terroristas junto a otros cinco activistas de Amnistía Internacional (AI).
El ministro recordó que desde el "por fortuna" fallido golpe de estado en Turquía, 22 alemanes han pasado por prisiones turcas y que nueve de ellos siguen encarcelados, al tiempo que denunció que Berlín ha tenido que "luchar" para prestarles asistencia consultar.