La primera ministra británica, Theresa May, está dispuesta a ofrecer a los ciudadanos comunitarios libre circulación en el Reino Unido durante dos años tras la salida de país de la Unión Europea (UE), según ha informado este viernes The Times.
Este plan ha sido elaborado por el titular británico de Economía, Philip Hammond, y, tras unas primeras reticencias de otros ministros conservadores, cree contar ahora con el apoyo de todos los miembros del Gobierno, indica el periódico.
Así, se aplicaría un nuevo régimen de inmigración una vez cumplido ese periodo de transición de dos años.
Bruselas quiere restringir el libre movimiento de más de un millón de británicos que viven en el continente, pues tendrían derecho a seguir residiendo en el país donde están actualmente pero perderían el derecho automático de vivir y trabajar en otro Estado miembro de la UE, indica el rotativo, que no aporta más detalles de este plan comunitario.
En las negociaciones sobre el brexit, Bruselas y Londres mantienen discrepancias sobre el derecho de los comunitarios que viven en el Reino Unido y de los británicos que residen en la UE.
El negociador jefe de la UE para el brexit, Michel Barnier, celebró ayer con el titular para la salida del Reino Unido de la UE, David Davis, la última reunión de la segunda ronda de negociaciones.
Davis reconoció que su país coincide con la UE en la "necesidad de certidumbre" aunque discrepa con la perspectiva de Bruselas.
Bruselas quiere que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) garantice los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido y de los británicos residentes en la UE.
Goldman Sachs pide una transición
En relación con estas negociaciones, el director ejecutivo del banco de inversión Goldman Sachs, Richard Gnodde, pidió hoy al Gobierno que llegue a un acuerdo "significativo" de transición lo antes posible debido a la incertidumbre que esto está generando.
En unas declaraciones a la cadena británica BBC, Gnodde señaló que invierte dinero "cada día" en preparar a la entidad de cara a la retirada del Reino Unido de la UE.
"Estoy gastando dinero cada día para asegurar que, cuando llegue marzo de 2019, este abierto a los negocios", dijo Gnodde.
"Si hoy supiera que tendríamos un periodo significativo de transición, dejaría de gastar dinero", subrayó el directivo, quien afirmó, no obstante, que el banco tiene planes de contingencia.
Gnodde añadió que Londres seguirá como importante centro financiero y que su entidad tendrá una fuerte presencia en la capital británica independientemente del resultado de las negociaciones sobre el "brexit".