El presidente de la República Checa, Milos Zeman, prefiere que su país pierda fondos de la Unión Europea antes que tener que recibir a refugiados. "No debemos dejarnos amenazar. Si las cosas se ponen feas, es siempre mejor renunciar a las dotaciones europeas", ha declarado tras el veredicto de la justicia de la UE contra Hungría y Eslovaquia.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) determinó hoy que Eslovaquia y Hungría no pueden rechazar la reubicación de solicitantes de asilo. "La Unión Europea nos quiere obligar, bajo la amenaza de quitarnos las subvenciones, a aceptar varios miles de inmigrantes musulmanes", denunció Zeman ante los medios.
Aunque Praga no se sumó a Eslovaquia y Hungría al recurrir el sistema de reparto de refugiados acordado por la UE ante la oleada migratoria de 2015, sí se ha negado a recibir a refugiados, argumentando que quienes huyen de la miseria o de conflictos bélicos en Asia y Oriente Medio no desean quedarse en el país centroeuropeo.
Por ello, la Comisión Europea (CE) decidió el pasado julio iniciar un procedimiento de infracción contra Polonia, Hungría y la República Checa, países que comparten su rechazo al reparto de refugiados.
"No son ucranianos, no son vietnamitas, son emigrantes islámicos cuya cultura es distinta de nuestra cultura", ha declarado Zeman al respecto.
Zeman ha asegurado en el pasado que los inmigrantes musulmanes no pueden integrarse en Europa y ha dicho que la llegada de refugiados aumenta el riesgo de ataques terroristas.