Bruselas

La Unión Europea ha perdido la paciencia con las luchas internas y la cacofonía de voces dentro del Gobierno británico sobre el brexit. Mientras que la primera ministra, Theresa May, con el apoyo del responsable de Finanzas, Philip Hammond, ha adoptado un tono más conciliador con concesiones hacia sus socios comunitarios, su ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, sigue apostando por una ruptura total y trata de sabotear a su jefa. Esta falta de unidad en Londres hace imposible avanzar en las negociaciones de divorcio, según han denunciado este martes los principales grupos políticos en la Eurocámara.

El resultado es el bloqueo total en las negociaciones y el riesgo creciente de un brexit caótico, sin acuerdo entre el Reino Unido y la UE. El Parlamento Europeo ha aprobado este martes -por una amplia mayoría de 557 votos a favor, 92 en contra y 29 abstenciones- una resolución en la que constata que no ha habido "progresos suficientes" en los tres temas del divorcio: los derechos de los ciudadanos, la factura de salida de 100.000 millones de euros y la frontera con Irlanda. Por eso, la resolución pide aplazar indefinidamente el inicio de la segunda fase de negociaciones, que en principio estaba prevista para octubre. 

La opinión del Parlamento supone un duro revés para May, cuya prioridad es abordar cuanto antes las relaciones comerciales futuras entre la UE y Londres y el periodo transitorio. Estas cuestiones son las que deben discutirse en la segunda fase de diálogo. Y cuanto más se tarde, mayor será el número de empresas que se deslocalicen desde Reino Unido al continente debido a la incertidumbre del brexit.  Pero la Comisión, que negocia en nombre de los 27, comparte plenamente el diagnóstico de la Eurocámara. 

"No puedo decir que estamos preparados para entrar en la segunda fase de las negociaciones del brexit", ha dicho durante el debate el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. "No hemos realizado progresos suficientes para entablar la segunda fase de diálogo sobre la transición y las relaciones futuras", coincide el negociador jefe de la UE, el conservador francés Michel Barnier, que también ha viajado a Estrasburgo.

"La gran pregunta es a quién hay que llamar en Londres. ¿Quién habla en nombre de Reino Unido? ¿Theresa May, Boris Johnson o David Davis?", se ha preguntado el líder del grupo popular en la Eurocámara, el alemán Manfred Weber, estrecho aliado de la canciller Merkel. Weber le ha pedido a May que pase de los discursos a la acción y que "por favor eche a Boris Johnson" del Gobierno.

Que se vaya May

"Nuestra idea era que en octubre podríamos ver progresos suficientes. Pero si al otro lado hay falta de claridad, desunión, divisiones entre Hammond y (el responsable de Comercio, Liam) Fox, entre Johnson y May, es difícil hacer progresos suficientes", ha resaltado el portavoz de la Eurocámara para el brexit, el liberal belga Guy Verhofstadt. A su juicio, la prioridad ahora es que la UE mantenga su unidad frente a las demandas de Reino Unido.

También el eurófobo del UKIP Nigel Farage, admite que el Gobierno británico emite "mensajes confusos" sobre el brexit. Pero ha culpado de ello a la debilidad de May y ha pedido que sea derrocada durante la conferencia de los conservadores británicos que se celebra esta semana. A su juicio, Reino Unido debe irse de la UE sin acuerdo. "Esta charada no puede seguir, después de todo hemos votado brexit", ha dicho.

Para Juncker, lo más importante es que la UE no puede malgastar todas sus fuerzas en el debate sobre la salida de Reino Unido, sino que debe concentrarse en su futuro. "Nuestro futuro no es el brexit, es Europa", ha dicho Juncker. La decisión final sobre si pasar o no a la segunda fase de las negociaciones deben tomarla los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 en la cumbre del 19 y 20 de octubre. Y con toda probabilidad el veredicto será negativo y el diálogo sobre las relaciones futuras entre la UE y Reino Unido se aplazará al menos hasta diciembre.

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