Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea le han denegado a Theresa May lo que venía a buscar a la cumbre de Bruselas: luz verde para pasar a la segunda fase del brexit, la negociación sobre las relaciones comerciales futuras entre Bruselas y Londres. Los líderes de los 27 le dirán este viernes a la primera ministra británica, durante la jornada final del Consejo Europeo, que su última oferta no es suficiente para desatascar el divorcio y que debe hacer más concesiones si quiere avanzar en diciembre.
La UE cree que no hay "progresos suficientes" en los tres temas de la separación: los derechos de los ciudadanos, la 'frontera invisible' con Irlanda para preservar el acuerdo de paz en el Ulster, y sobre todo la factura de salida, según figura en las conclusiones de la cumbre. Es imposible pasar de pantalla como desea la primera ministra británica, que necesita evitar más fugas de bancos y empresas por la incertidumbre.
Al mismo tiempo, los 27 tienen miedo de debilitar aún más la precaria situación de May tras perder la mayoría en las elecciones de junio. Sobre todo teniendo en cuenta que su Gobierno está fracturado entre los partidarios de un brexit suave y los que apuestan por la ruptura total. Por eso le ofrecen una mínima señal de aliento: empezarán ya mismo los trabajos preparatorios para el futuro acuerdo comercial, con el fin de estar listos si en diciembre hay ya fumata blanca.
Los líderes europeos tampoco han escatimado durante la cumbre de Bruselas los elogios a las propuestas que hizo May en su reciente discurso de Florencia. La canciller alemana, Angela Merkel, ve signos "alentadores". "Aunque el progreso no es suficiente, hay avances prometedores, especialmente tras el discurso de la primera ministra en Florencia", ha asegurado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Pero a May no le bastan las buenas palabras. En una maniobra destinada a aumentar la presión sobre los 27, la primera ministra británica ha publicado este jueves una carta abierta dirigida a los 3,5 millones de ciudadanos europeos residentes en Reino Unido. En ella sostiene que Bruselas y Londres están "muy cerca" de un acuerdo sobre el derecho a quedarse y les promete simplificar la burocracia para lograr la residencia permanente.
La UE pide a Londres más dinero
"Quiero ver urgencia en alcanzar un acuerdo sobre los derechos de los ciudadanos", ha reclamado May a su llegada al Consejo Europeo. De las discusiones de los líderes de los 27, la primera ministra británica espera un "plan ambicioso para las próximas semanas". ¿Está dispuesta a hacer nuevas concesiones para salir del actual punto muerto?, le han preguntado. La respuesta, de momento, es que no. "Yo ya fijé una visión ambiciosa en el discurso de Florencia", alega.
"Estamos un poco frustrados por (la falta de) progreso, pero espero que podamos llegar en diciembre", se quejaba el primer ministro finlandés, Juha Sipilä. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha celebrado que los 27 hayan sido capaces de mantener la "unidad" en torno al negociador de la UE, Michel Barnier.
¿Cuál es la principal concesión que reclama la UE? Sobre todo, más dinero. May ha ofrecido 20.000 millones de euros, pero Bruselas cifra en 10.000 millones los compromisos financieros asumidos por Londres antes del brexit. "La cuestión de la factura de salida es el principal problema", admitía el primer ministro holandés, Mark Rutte, uno de los principales aliados de la primera ministra británica.
En contraste, Alemania y Francia abanderan la línea dura contra Reino Unido. España, a la que la prensa británica sitúa también de forma sistemática entre los amigos de Londres, mantiene una posición "equilibrada", aseguran fuentes gubernamentales. "Somos tan duros como el que más" en los temas del divorcio pero "queremos que la futura relación sea sana y no perjudique a nadie" por los estrechos vínculos económicos y financieros entre Madrid y Londres.
Pero el principal obstáculo para avanzar es la precaria situación de May. "Es una de las cosas que hace la negociación un poco difícil, porque parece que en la UE a 27 hay más unanimidad que en Reino Unido. Este es uno de los grandes problemas", explicaba esta semana el secretario de Asuntos Europeos de Finlandia, Samuli Virtanen.
Lo que está claro es que si de aquí a diciembre no hay avances importantes en el divorcio que permitan desbloquear la negociación sobre el acuerdo comercial y el periodo transitorio, el riesgo de un brexit caótico, sin acuerdo entre Bruselas y Londres, subirá a máximos.