En pleno siglo XXI, en Italia siguen vigentes algunos códigos de amor y lealtad que no pueden romperse, así como así. Al menos, eso es lo que rige en la mafia siciliana de la 'Cosa Nostra', donde las mujeres sufren en silencio el código de honor impuesto por padres, hermanos y maridos.
Al más puro estilo Romeo y Julieta, la relación con un policía le podría haber costado la vida a Maria Caterina Scaduto. Su padre, un capo mafioso muy importante, dio la orden de asesinarla mientras estaba en prisión por esa relación amorosa 'deshonrosa' con el carabineri.
Además, el "regalo" específico para su hija, como lo llamó Pino Scaduto desde su celda, no podía haber sido hecho a cualquiera de sus hombres. El mafioso escogió directamente a su otro hijo, Paolo, de 30 años, para matar a su hermana.
"Tu hermana se ha convertido en informante", aseguró Pino Scaduto que culpaba a su propia hija de que hubiera sido detenido y encerrado dentro de la llamada operación Perseo.
Sin embargo, Paolo no quiso escuchar a su padre. El joven que ya se enfrenta a otra acusación por asesinato le dijo al capo que no estaba dispuesto a matar a su propia hermana. "Si quieres hacerlo, hazlo tú". ¿Por qué voy a cargar yo con este problema? Tengo 30 años", le respondió.
El jefe mafioso no estaba dispuesto a cejar en su venganza contra su propia sangre y habló con dos de sus mejores hombres. Ninguno quiso aceptar este encargo tan teatral justificándose en que se trataba de "un asunto de familia" en el que no querían inmiscuirse.
Pino Scaduto, que controla a la mafia en la zona de Bagheria, muy cerca de Palermo, salió de prisión antes del verano y empezó de nuevo activar la organización, lo que le ha llevado a ser arrestado junto con 15 personas más, acusadas de asociación mafiosa y extorsión contra empresarios locales en los sectores de la construcción y el agua mineral.
"Hemos arrestado a un jefe criminal que quería matar a su propia hija porque tenía una relación con un comandante de la policía italiana", ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Angelino Alfano. "La mafia se define como hombres de honor. Pero, ¿dónde está el honor en ordenar el asesinato de tu propio hijo?", añadió.
La historia de María Caterina no es un caso aislado en la mafia siciliana. Los código de honor de los capos que imponen a sus mujeres se han cobrado otras víctimas. En 1983, el jefe de Acquasanta, Antonio Pipitone, organizó un falso robo para matar a su hija Lía por sospechar que tenía una aventura no aceptada por su padre.
En 1987, Giuseppe Lucchese, otro de los grandes mafiosos de la isla, mató a su cuñada por considerarla "demasiado libre" en sus vida diaria. Y cinco años antes, la hermana, el marido y el amante de otro capo acabaron muertos en lo que se suponía que era una relación a tres inaceptable para los códigos de la 'Cosa Nostra'.