El Parlamento de Suecia debate este jueves una reforma de la ley sobre violaciones y abusos sexuales para trasladar la carga de la prueba de la víctima al presunto violador, es decir, la propuesta es que se requiera un consentimiento explícito antes de la relación sexual, según publica 'The Guardian'.
La viceprimera ministra, Isabella Lovin, se ha apoyado en la reciente campaña contra el acoso '#metoo' para insistir en la necesidad de una nueva legislación.
La normativa actual establece que el juicio por violación solo se puede iniciar si se demuestra que hubo amenazas o violencia pero ahora lo que se busca es decir a las víctimas que "la sociedad está de su lado", según ha insistido Stefan Lofven, el primer ministro.
Se trata de una "reforma histórica", según el Gobierno, que lleva preparándola desde 2014. El proyecto de ley estará vigencia desde el 1 de julio.
La propuesta es parte de una serie de iniciativas presentadas para acabar con el acoso sexual a mujeres. Entre otras iniciativas ya se han aprobado la prohibición de los suecos contraten a prostitutas en el extranjero y que se aumenten las penas para los delincuentes.