Los adictos al pollo del Kentucky Fried Chicken en Gran Bretaña tienen un vacío en el estómago. La cadena de comida rápida se ha visto obligada a cerrar centenares de restaurantes los últimos días por falta de existencias debido a un problema de distribución de la empresa alemana DHL. Este lunes, sin ir más lejos, la empresa informó de que 700 de sus 900 establecimientos se vieron obligados a cerrar porque no tenían pollo.
"Entregamos el pollo fresco a nuestros restaurantes, pero hemos tenido unos pequeños contratiempos con el reparto de hoy. No queríamos abrir sin poder ofrecer un menú completo, pero estaremos de vuelta en las freidoras lo más pronto posible". Mensajes así podían leerse en las puertas de cientos de restaurantes de Irlanda y Reino Unido. "Estoy enfadada, triste y decepcionada", confesaba una niña pequeña a las puertas de uno de los establecimientos. "No entiendo cómo puede quedarse sin pollo un cadena que vende eso", lamentaba otro joven.
Estos fallos se producen apenas cuatro meses después del nuevo contrato firmado entre KFC y la empresa de distribución, que prometió "establecer un nuevo patrón de reparto". "DHL se ha comprometido a construir una nueva marca de referencia en la industria al ofrecer un servicio sobresaliente a todos los restaurantes y consumidores de KFC", señaló entonces un portavoz de la compañía. "Tenemos la intención de reescribir las reglas y crear una distribución de gestión de existencias".
Sin embargo, las materias primas no están llegando a las cocinas de KFC. "Tenemos un nuevo compañero de reparto a bordo, pero han tenido un par de problemas iniciales: llevar pollo fresco a 900 restaurantes en todo el país es bastante complejo", ha explicado la empresa de comida rápida en un comunicado. "No pondremos en peligro la calidad de nuestros productos, por lo que la falta de entregas ha provocado que algunos de nuestros restaurantes estén cerrados y otros estén sirviendo un menú limitado". En el texto también reconocen "que esto puede haber molestado a algunos consumidores en los últimos días. Realmente lo lamentamos".
Un portavoz de DHL también ha reconocido que "debido a problemas administrativos varias entregas se han retrasado o están incompletas". "Estamos haciendo todo lo posible para rectificar la situación antes posible y pedimos disculpas por los daños que podemos haber causado", señalan.