Un tiro en el pecho y otro balazo en el corazón. Así encontraron la muerte el reportero de investigación Jan Kuciak, de 27 años, y su novia Martina. Asesinados a tiros en su vivienda de Bratislava. La Policía eslovaca, que encontró los cadáveres en la noche del domingo, ya trabaja con una línea de investigación clara: Kuciak fue asesinado por sus trabajos de investigación periodística.
"El móvil más claro de este doble crimen es probablemente su trabajo", ha adelantado el comisario a cargo de la investigación. Como recuerda Reporteros Sin Fronteras en una nota lamentando este doble asesinato, Kuciak nunca fue un periodista cómodo con el poder. En su trabajo para el portal de noticias Aktuality.sk se había especializado en destapar casos de fraude fiscal a gran escala.
Su último artículo publicado el pasado 9 de febrero indagaba en las transacciones económicas de varias compañías de la órbita del popular empresario Marin Kocner, a su vez enmarcado en un gran escándalo político relacionado con un complejo de apartamentos de lujo en Bratislava. El caso desató grandes protestas exigiendo la dimisión del ministro del Interior eslovaco, que había hecho negocios con un constructor investigado por fraude fiscal.
Los medios locales han recordado que el periodista asesinado denunció a la policía haber recibido amenazas por parte del poderoso Kocner.
"Sospechas justificadas"
El periodista de investigación Tom Nicholson ha subrayado a la prensa eslovaca que en su última conversación telefónica con Kuciak, hace una semana, charlaron sobre su próximo reportaje: las implicaciones de las mafias italianas en las subvenciones de la UE a Eslovaquia.
La empresa editora del diario para el que trabajaba Kuciak, Axel Springer, sólo ha indicado que existen "sospechas justificadas" para creer que este "cruel asesinato" está conectado con "su investigación actual", sin especificar en qué historia estaba trabajando el reportero.
Kuciak se ha convertido en el segundo periodista asesinado en la Unión Europea en menos de cinco meses. Se une a la impactante muerte de la reportera maltesa Daphne Caruana, que murió por un coche bomba tras investigar y publicar la corrupción en la isla.
A través de un comunicado, Reporteros Sin Fronteras ha condenado "este nuevo ataque a la libertad de expresión" y ha urgido a las autoridades eslovacas a que "encuentren y castiguen" a los responsables de este doble crimen.
Hasta el primer ministro eslovaco ha mostrado su repulsa ante estos asesinatos que han conmocionado al país: "Si se demuestra que su muerte esta conectada con su trabajo periodístico se trataría de un ataque sin precedentes a la libertad de expresión y a la democracia".