Se le considera el hombre en Bruselas del presidente francés, Emmanuel Macron. Con apenas 31 años, Pieyre-Alexandre Anglade (París, 1986), tiene el encargo de convertir La Republique en Marche! en un movimiento político de escala europea de aquí a las elecciones a la Eurocámara de mayo de 2019. Se trata de dar cobertura al ambicioso proyecto de "refundación" de la UE que propugna el presidente francés para la próxima legislatura, una vez consumado el brexit. Su partido, con apenas dos años de vida, ha eludido de momento vincularse a ninguna de las familias políticas tradicionales del Parlamento Europeo: ni a los populares (que ahora cuentan con 219 de 751 escaños), ni a los socialistas (188), pero tampoco al grupo liberal ALDE (cuarta fuerza con 68 miembros).
Licenciado en Historia y especialista en asuntos europeos, Anglade no había militado en ningún partido político hasta que decidió sumarse al candidato Macron en 2016. En la actualidad es diputado en la Asamblea Nacional en representación de los franceses que viven en el Benelux y reparte su tiempo entre París y Bruselas. En una entrevista con EL ESPAÑOL, explica que su misión consiste en crear vínculos con el mayor número posible de partidos europeístas de toda la UE -ya sean de derechas, de izquierdas o de centro- con el objetivo de frenar el auge de euroescépticos y eurófobos. Para ello cuenta con la colaboración de Ciudadanos y de su "líder carismático", Albert Rivera. "Lo que está en juego es la refundación de Europa o quizá su desaparición", avisa.
¿Cuáles son los criterios que deben cumplir los partidos que se suman a su movimiento?
La primera constatación es que la Unión Europea desde hace 15 años no ha conocido más que crisis. La próxima legislatura -de 2019 a 2024- debe ser de refundación de la UE. En este objetivo de refundación debemos reunir a todos los progresistas para llevar a cabo una agenda ambiciosa de reformas. A partir del momento en que se comparte una voluntad de reformar la Unión, cuando se defiende una ambición progresista para el proyecto europeo, podemos discutir juntos.
Porque hoy hay dos Europas. Por un lado, la Europa de los soberanistas, la Europa identitaria, que es la Europa del primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Y después está la Europa de los progresistas, de los que creen en el futuro del continente, en el futuro del proyecto europeo, y esa es la Europa de Emmanuel Macron. Alrededor de estas dos ofertas, debemos aclarar las cosas y ver qué defienden unos y otros. Y yo estoy convencido de que hay progresistas en la derecha, en el PP europeo; hay progresistas en la izquierda, entre los socialistas; y también entre los ecologistas y en el centro. Nuestra ambición es reunir a todas estas personas.
La próxima legislatura en la Eurocámara debe ser de refundación de la UE y por eso debemos reunir a todos los progresistas, los que creen en el futuro del proyecto europeo
¿El objetivo es hacer estallar el sistema tradicional de partidos en la UE, como ha hecho Macron en Francia?
El objetivo no es hacerlo estallar por hacerlo estallar. El objetivo es que la UE y el Parlamento Europeo funcionen bien. Y hoy la UE y la Eurocámara no funcionan bien. Todos los grupos políticos del Parlamento están fracturados internamente.
Los miembros del PP europeo, por ejemplo, no tienen muchas cosas en común. ¿Cuál es la coherencia entre Viktor Orbán o los partidos escandinavos que están en el PPE o los partidos de derechas del Benelux? Lo cierto es que no comparten gran cosa.
¿Cuál es la coherencia en el grupo socialista entre los socialdemócratas de centro como el SPD alemán o el Partido Democrático italiano y los socialistas más a la izquierda del continente europeo? Todos estos partidos que forman parte del mismo grupo no comparten nada. El hecho de que estén en el mismo grupo sin compartir la misma visión del proyecto europeo conduce a la Eurocámara al bloqueo.
Y si no hacemos nada, el Parlamento Europeo en 2019 estará completamente paralizado. Nosotros no queremos ver desaparecer los grupos políticos europeos por el simple placer de verlos desaparecer. Nuestra ambición no es destruir nada, sino más bien construir algo nuevo. Si para ello deben desaparecer las estructuras del pasado, no es grave. Lo importante es la UE, el proyecto europeo, lo que queremos hacer juntos.
¿Pero La Republique en Marche quiere fundar un grupo político nuevo propio en la Eurocámara o integrarse en el actual grupo liberal ALDE?
Ya veremos. A día de hoy no hay un camino preferido o definido. Lo importante para nosotros es reunir el mayor número de fuerzas. Ya sea en un grupo existente o en un grupo nuevo, da igual. Los partidos sólo son herramientas para sacar adelante ideas y proyectos. En el fondo, da igual el nombre o el color de la bandera, lo importante son las ideas. Si hay que crear algo nuevo para hacer realidad nuestras ideas, crearemos algo nuevo.
¿Este movimiento estará listo antes de las elecciones europeas o se formará una vez se conozcan los resultados?
Las dos cosas son posibles. Pero yo creo que debemos ser capaces antes de las elecciones de reunir a todas estas fuerzas, de mostrar con quiénes podemos trabajar tras los comicios. Es lo que hacemos ahora, pero ya veremos cómo evolucionan las cosas. Y el día después de las elecciones podremos continuar ampliando nuestra base en función de los resultados. Pero es necesario que antes de las elecciones haya un primer cimiento, una primera raíz.
Lo importante para nosotros es reunir el mayor número de fuerzas. Ya sea en un grupo existente como ALDE o en un grupo nuevo, da igual
¿Eso quiere decir que se presentará un cabeza de lista conjunto? Hemos oído hablar de que Macron apoyaría a la comisaria de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager, o incluso al negociador del brexit, Michel Barnier.
A día de hoy no se ha decidido, no está en el orden del día. De momento lo que estamos haciendo es contactando con unos y con otros para ver los puntos de convergencia. Después habrá una segunda etapa, probablemente en otoño, para ver en concreto lo que hay que hacer o lo que no. Ahora mismo no hablamos de eso, lo veremos en los próximos meses.
¿Qué papel juega Ciudadanos en su proyecto?
Ciudadanos es un movimiento con el que tenemos muchas similitudes. Es más antiguo que nosotros, pero siguen siendo jóvenes. Con un líder carismático como es Albert Rivera y un compromiso proeuropeo muy firme, que comparte una ambición común de refundación de la UE. Nosotros tenemos la vocación de trabajar con los que tienen esa ambición por Europa y Ciudadanos tiene esa ambición por Europa.
Ciudadanos comparte ahora grupo en ALDE con los independentistas del PDeCAT, que han liderado el movimiento secesionista en Cataluña. ¿Es coherente que dos partidos tan opuestos estén en el mismo grupo?
No voy a hacer comentarios sobre la situación española porque no es mi papel. Son los españoles los que deben resolver las tensiones políticas que pueda haber en su país, que no me corresponde a mí juzgar.
A nivel europeo, cuando se forman grupos políticos, a veces se reúnen partidos que no comparten las mismas cosas. Precisamente, lo que nosotros no queremos son esos grupos un poco artificiales. Así que ya veremos cómo evolucionan las cosas. A día de hoy, no me corresponde decir si debemos trabajar con unos o con otros. Son los españoles los que deben verlo entre ellos y resolver las dificultades profundas que existen en el país. Nosotros trabajamos para reunir fuerzas en el Parlamento Europeo, y en estos momentos trabajamos con Ciudadanos.
Ciudadanos es un movimiento con el que tenemos muchas similitudes. Con un líder carismático como es Albert Rivera y un compromiso proeuropeo muy fuerte
¿Cree entonces que Ciudadanos estará con La Republique en Marche, ya sea en ALDE o en un nuevo grupo?
Ciudadanos es un movimiento con el que mantenemos discusiones. En febrero fui a Salamanca y me reuní con Albert Rivera. De vez en cuando me reúno con dirigentes de Ciudadanos y trabajamos juntos. Luego ya veremos cómo se concretan las cosas. Pero es evidente que tenemos vínculos con Ciudadanos porque compartimos una misma ambición de refundación de la UE.
¿Aspiran a ser la primera fuerza política en la Eurocámara tras las elecciones de 2019?
Veremos. Todavía estamos lejos de los comicios. No me arriesgo a decir cuál será el equilibrio de fuerzas dentro de un año porque en Europa hoy las cosas van muy rápido. Usted ha evocado hace un momento la situación en su país sobre Cataluña. Existen otras situaciones de crispación en Europa. Decir cómo será el hemiciclo del Parlamento dentro de un año sería un poco presuntuoso por mi parte. Pero es evidente que tenemos ambición de cara a estas elecciones porque tenemos ambición por Europa. Y evidentemente deseamos poder constituir un grupo tan importante como sea posible. Pero no puedo decir si será el primero, el segundo o el tercero.
¿Qué es lo que está en juego en estos comicios?
Lo que está en juego no es la creación de un nuevo grupo o lograr la elección de algunos eurodiputados. Lo que está en juego es la refundación de Europa o quizá su desaparición. Porque si no somos capaces de reformar esta Europa en profundidad para que los europeos puedan constatar en su vida diaria un valor añadido europeo, los ciudadanos nos dirán un día: basta, hay que parar esto.
Por eso tenemos que reformar esta Unión, que debe ser capaz de actuar en las grandes cuestiones del siglo XXI, que son el cambio climático, el terrorismo, el empleo, la economía, el crecimiento, los acuerdos comerciales, la salud, el medio ambiente. Los Estados miembros en solitario no tiene suficiente peso para resolver estos problemas. Por ejemplo, en asilo e inmigración la mayoría de las respuestas ya no pueden ser nacionales, sino europeas. Y sobre todos estos temas necesitamos una Europa fuerte y que funcione. Debemos ser capaces de reformar Europa porque si no se reforma los ciudadanos un día decidirán poner fin a este proyecto. Y nosotros creemos que este proyecto es necesario para todos los Estados europeos, empezando por Francia.
Debemos ser capaces de reformar Europa porque si no lo hacemos los ciudadanos un día pondrán fin a este proyecto
¿Cómo pretende convencer a los ciudadanos, que normalmente consideran que las elecciones europeas son de segunda división y votan menos que en comicios nacionales?
Eso es en primer lugar responsabilidad de los partidos políticos, que es verdad que muchas veces han considerado que el Parlamento Europeo es la segunda división de la vida política nacional. Muchos partidos consideran que la Eurocámara es un lugar al que se envían a los miembros molestos, o a los que han perdido otras elecciones y hay que buscar un acomodo. Eso es un error fundamental porque los europeos miran lo que hacen los partidos políticos y se dicen que si ellos ven así estas elecciones, eso quiere decir que no son muy importantes. Y si no son importantes, ¿para qué ir a votar?
Además, hay que explicar por qué el proyecto europeo es necesario y por qué será beneficioso para los europeos, para los franceses, para los españoles y en qué constituye un valor añadido para la vida diaria. No estamos diciendo que España o Francia deben desaparecer en la UE. Al contrario, Europa es un elemento que debe permitir salvaguardar nuestras preferencias colectivas, nuestra forma de vivir, nuestras lenguas, nuestras culturas. Europa es un elemento de protección y es muy importante explicarlo. No es un proyecto que hace desaparecer aquello en lo que creemos. Si logramos explicar este valor añadido que tiene Europa, los europeos lo entenderán y participarán de nuevo.
¿Qué impacto tendría un mal resultado en las elecciones europeas sobre el proyecto de Macron de refundar la UE?
Para refundar la UE se necesita evidentemente un Parlamento Europeo que funcione correctamente y sea capaz de trabajar en la puesta en práctica de estas propuestas. Si el resultado es un Parlamento euroescéptico y eurófobo, será naturalmente más difícil. Por ello las elecciones europeas son muy importantes en la puesta en práctica de nuestro proyecto, que no es un proyecto francés para Europa sino un proyecto europeo para Europa. Para que que se ponga en práctica, se necesita una mayoría progresista en la Eurocámara.
Aparte de Ciudadanos en España, ¿con qué otros partidos han establecido contactos en el resto de la UE?
Estamos mirando en todas partes porque nos parece muy importante la unidad europea, la inclusión de todos los países en la UE. No hacemos diferencias entre antiguos y nuevos Estados miembros. Poco importa la zona geográfica de procedencia, el papel en la UE es igualmente importante. Y por eso nosotros damos igual de importancia a un partido procedente de Holanda, Italia o Alemania que a un partido de Bulgaria, Eslovenia o Estonia. No hay primera o segunda división en Europa.
Después, es necesario que los países que quieran avanzar puedan hacerlo y no se les bloquee. Eso es también muy importante. Pero no excluimos a nadie. Ese ha sido uno de los errores del funcionamiento de la UE estos últimos años. A veces Francia y Alemania han tenido tendencia a repartirse el continente europeo: los países mediterráneos iban juntos y Alemania y los países del norte iban juntos. Y esta fractura de los últimos años ha alimentado una resistencia hacia Europa por parte de los ciudadanos. Hay que volver a encontrar la unidad europea, es muy importante.
¿Quiere eso decir que ya han encontrado partidos socios en los 27 Estados miembros?
Quizá no en los 27, pero tenemos discusiones informales con personalidades o movimientos en muchos países.
¿Cuándo se adoptarán todas estas decisiones sobre si habrá o no un nuevo grupo o se nominará a un cabeza de lista conjunto?
No lo sé. Creo que será después del verano. Hoy todavía es un poco pronto. No hay que tener demasiada prisa. Las cosas se harán progresivamente y en otoño de este año lo veremos todo más claro. Somos un movimiento muy joven, apenas tenemos dos años de vida. Así que tenemos que aprender a conocernos, porque no nos conocíamos. El trabajo de toma de contacto lleva tiempo, no hay que precipitarse. Sé que en un momento dado llegaremos a una convergencia pero no sé cuando. Es cuestión de tiempo.