La UE e Irán se conjuran para tratar de salvar el acuerdo nuclear tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonarlo, aunque admiten que será difícil que sobreviva si Washington sanciona a las empresas europeas. El ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, se ha reunido este martes en Bruselas con los jefes de la diplomacia de Alemania, Francia y Reino Unido y con la Alta Representante de la UE, Federica Mogherni, con el objetivo de "encontrar soluciones prácticas en poco tiempo".
Irán está dispuesto a seguir respetando sus compromisos en materia nuclear si la UE continúa ofreciéndole beneficios económicos y comerciales como contrapartida. "Hemos empezado un proceso y creo que estamos en la buena vía. Mucho dependerá de lo que logremos en las próximas semanas. Es un buen comienzo, pero no estamos ahí. Necesitamos recibir esas garantías", ha dicho Zarif al término de la reunión.
Pero el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, ha admitido que Trump podría asfixiar cualquier intento de salvar el acuerdo si sanciona a las empresas europeas que hagan negocios con Irán. "Debemos ser realistas sobre el cable electrificado de la extraterritorialidad estadounidense y cómo puede actuar como medida de disuasión para las empresas", ha dicho Johnson.
No hay una "solución mágica"
Mogherini reconoce también que la UE no puede ofrecer "garantías legales o económicas a Irán". "Estamos trabajando en encontrar soluciones prácticas en las próximas semanas", ha explicado la jefa de la diplomacia comunitaria. "Hemos reafirmado nuestra resolución a continuar aplicando el acuerdo nuclear en todas sus partes de buena fe y con una atmósfera constructiva", ha insistido. Bruselas quiere que las medidas estén listas antes de que entren en vigor las sanciones de EEUU, que se activarán de forma progresiva en un plazo entre 90 y 180 días.
La prioridad ahora para la UE es proteger a las empresas europeas que han invertido en Irán. El colegio de comisarios discutirá este miércoles activar un reglamento de 1996 que serviría como escudo para que las sanciones extraterritoriales de EEUU no tengan efecto en territorio comunitario. La medida se adoptó para contrarrestar sanciones de Washington contra Cuba, pero su eficacia está en duda. Los Veintiocho están debatiendo cómo proporcionar financiación a nivel nacional o a través del Banco Europeo de Inversiones a las compañías afectadas. "No hay ninguna solución mágica", admite un alto funcionario de la UE.
El comisario de Energía, Migue Arias Cañete, viajará a Teherán en los próximos días para demostrar que la UE quiere seguir comprando petróleo y gas a Irán. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 tiene previsto abordar también cómo salvar el acuerdo nuclear en la cumbre informal que celebran este miércoles en Sofía.
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