La justicia belga ha denegado este miércoles la entrega a España de los exconsellers catalanes Toni Comín, Meritxell Serret y Luis Puig por defectos de forma en la euroorden. La decisión supone un importante golpe para el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que reactivó en marzo la orden de detención y entrega (OED) contra los fugados que quedan en Bélgica. Llarena atribuye a Comín los delitos de rebelión y malversación, mientras que contra Serret y Puig los cargos son sólo de malversación y desobediencia.
El problema formal que alega la Cámara del Consejo, la primera instancia judicial de Bruselas, es que esta segunda euroorden de Llarena no se corresponde con los hechos y los delitos enunciados en la orden de detención nacional contra los exconsellers, que fue cursada por la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, en noviembre y no se ha actualizado desde entonces. Lamela acusaba a Puigdemont y a todos los exconsellers de rebelión, sedición, malversación, desobediencia y prevaricación.
Las tres euroórdenes de España contra Comín, Serret y Puig "son irregulares y, en consecuencia, se negó su ejecución", ha informado un portavoz de la Cámara del Consejo. "No existen órdenes de arresto nacionales subyacentes válidas que correspondan al contenido de las órdenes de arresto europeas", ha agregado.
Ha sido la propia fiscalía belga, que en teoría defiende los intereses del Estado español en este proceso, la que ha pedido que se rechacen las euroórdenes. "El ministerio público ha pedido al tribunal que declare irregulares las tres OED debido a la falta de órdenes de detención nacionales españolas que se correspondan. El tribuna ha seguido esa recomendación. El procedimiento de entrega ha sido declarado sin objeto", ha explicado la fiscalía en un comunicado.
La decisión de este miércoles sólo puede ser recurrida por los exconsellers o por la fiscalía belga, que ya ha anunciado que no lo hará. "Varios periodistas nos preguntan si las autoridades españolas tienen la posibilidad de presentar un recurso. La respuesta es: no", ha dicho el ministerio público. Eso significa que la denegación de la entrega de los exconsellers es ya un fallo firme.
"Ni coinciden los hechos de la orden nacional con la segunda euroorden, ni coinciden las incriminaciones. La orden nacional era compatible con la primera euroorden (de noviembre), pero esta orden nacional no es compatible con la segunda euroorden. Y por tanto esta segunda euroorden no es correcta, es irregular y ha sido rechazada", ha explicado Comín al término de la vista. El juez ni siquiera ha entrado a valorar el fondo del asunto.
"Ante esta decisión, que nosotros no podemos más que celebrar, queremos enviar un mensaje constructivo al Tribunal Supremo, al Gobierno y al Estado español: basta ya de abusar del Código Penal, basta ya de abusar del sistema de euroórdenes para perseguir a líderes políticos democráticamente elegidos", ha resaltado el exconseller de Sanitat, que ha celebrado la victoria judicial compartiendo cervezas con sus excompañeros de Gobierno y sus abogados Paul Bekaert, Jaume Alonso-Cuevillas y Gonzalo Boye.
¿Precedente para Puigdemont en Alemania?
La decisión de denegar la entrega a España de los exconsellers se ha producido durante una breve vista de poco más de una hora celebrada en el Palacio de Justicia de Bruselas, a la que han asistido Comín, Serret y Puig. Los exconsellers han estado arropados por los eurodiputados de Esquerra Republicana, Jordi Solé y Josep Maria Terricabras, y del PDeCAT, Ramon Tremosa.
La fiscalía belga había pedido hasta en dos ocasiones información adicional sobre el caso al Tribunal Supremo a través de la red europea Eurojust para tratar de resolver sus dudas. Las explicaciones adicionales de Llarena no han convencido al ministerio público de Bruselas. El juez del Supremo alegó ante sus colegas belgas que la legislación española no permite modificar la orden de detención nacional inicial.
El rechazo de esta segunda euroorden por parte de la fiscalía belga contrasta con la posición que adoptó respecto a la euroorden original cursada en noviembre por Lamela contra los exconsellers y Puigdemont, que Llarena acabó retirando. En aquel momento, el ministerio público sí pidió la entrega a España por los delitos de malversación, rebelión y sedición. Estos dos últimos los equiparó al tipo penal belga de coalición de funcionarios contra la ley.
El abogado de los exconsellers, Jaume Alonso-Cuevillas, ha sostenido que la euroorden contra Puigdemont en Alemania y contra Clara Ponsatí en Escocia adolecen del mismo problema que las emitidas contra Comín, Puigdemont y Serret. Por ello, considera que también serán rechazadas por los jueces por motivos formales salvo que Llarena las retire antes. "No tenemos un calendario definido en Alemania, pero obviamente la situación es idéntica", ha dicho Cuevillas.
Noticias relacionadas
- El PP recurre ahora al TC los votos delegados de Puigdemont y Comín
- Puigdemont elige al radical Quim Torra como marioneta para gobernar Cataluña desde Berlín
- Cs pedirá un 155 más duro si los separatistas forman Gobierno y mantienen su desafío
- Rivera da por roto su apoyo a Rajoy en la aplicación del 155 en Cataluña