El antiguo espía ruso, Sergei Srkipal, ha sido dado de alta del hospital británico en el que ha estado ingresado desde marzo, según ha informado el servicio de salud del país. Tanto él como su hija fueron envenenados con el gas Novichok, una sustancia neurotóxica.
Yulia Skripal recibió el alta antes que su padre, el pasado 10 de abril. La mujer fue llevada a "un lugar seguro".
Ambos fueron encontrados inconscientes el pasado 4 de marzo en un banco de la ciudad de Salisbury, en un atentado al que ambos sobrevivieron.
El sargento que los auxilió también tuvo que ser tratado en el hospital al haber estado en contacto con la sustancia venenosa. Yulia visitaba a su padre Sergéi cuando ocurrieron los hechos.
"Alta traición"
Skripal es un excoronel del ejército ruso que había sido condenado por "alta traición en forma de espionaje", tras ser acusado de desvelar al MI6 británico las identidades de varios espías rusos en 2006.
Fue condenado a 13 años de prisión. La acusación dijo entonces que él había estado actuando como espía doble desde los años 90 y que recibió cerca de 100.000 dólares del MI6 por los servicios.
Su “traición”, fue un escándalo en Rusia, que consideró que “había provocado serios daños a la seguridad del Estado y a la capacidad de Rusia de defenderse”.
"Ataque despreciable"
Se ha especulado mucho sobre cómo fueron envenenados. Durante los primeros días la Policía sospechó de la maleta de Yulia. El veneno podría llegado oculto en una prenda de vestir, un regalo o un producto cosmético.
También se dijo que podrían haber accedido a él en un centro comercial, descartando que la sustancia venenosa hubiese sido introducida en el alguna comida o bebida.
La primera ministra británica, Theresa May, calificó el atentado como "ataque descarado y despreciable".