La primera ministra británica, Theresa May, calificó de "profundamente preocupante" el nuevo ataque con el "agente nervioso Novichok", de procedencia rusa, en territorio británico, que se dio a conocer este miércoles, y por el que dos personas están gravemente enfermas.
En una declaración en Berlín junto a la canciller alemana, Angela Merkel, con quien tiene previsto reunirse esta tarde para abordar la salida del Reino Unido de la UE, May prometió que la policía británica "no ahorrará esfuerzos" para esclarecer lo sucedido.
Por su parte, el secretario británico de Seguridad, Ben Wallace, ha reclamado a Moscú que aporte información para esclarecer el caso. "El Estado ruso puede corregir esto. Nos pueden decir lo que pasó. Lo que hicieron", declaró Wallace a la cadena pública BBC tras la intoxicación el pasado sábado de dos británicos en la localidad de Amesbury, en el condado de Wiltshire, sur de Inglaterra.
De acuerdo con la policía británica, el nuevo caso de envenenamiento con un agente nervioso de procedencia rusa, se produjo el 30 de junio en el condado británico de Wiltshire, sur de Inglaterra, a 13 kilómetros de Salisbury, donde se registró el ataque contra el ex doble agente Serguéi Skripal y su hija Yulia hace ahora tres meses.
"Pienso en las víctimas"
May, en una declaración previa esta mañana, se había solidarizado ya con los dos intoxicados por Novichok y prometió todo su apoyo a la comunidad de Wiltshire, que "tiene que lidiar con las consecuencias de dos personas expuestas al agente nervioso".
"Todos mis pensamientos están con las víctimas y la población de Amesbury y Salisbury. Después del descarado y temerario intento de asesinato de los Skripals con Novichok en marzo, la comunidad mostró una tremenda fortaleza, paciencia y resistencia", manifestó.
Los dos afectados, identificados como Charlie Rowley y Dawn Sturgess, están hospitalizados en estado crítico, y las fuerzas de seguridad trabajan con la hipótesis de que ellos no eran el blanco deliberado de un ataque, sino un efecto colateral de la acción contra los Skripal.
Como represalia al ataque de marzo, Reino Unido y muchos otros países occidentales expulsaron a numerosos diplomáticos rusos de sus territorios pese a que Moscú negó cualquier vinculación con los hechos.
May agradeció hoy expresamente en Berlín a la canciller por "el apoyo de Alemania en las recientes semanas".
Se intoxicaron manipulando un objeto contaminado
La policía cree que los dos británicos hospitalizados en estado crítico tras haber sido expuestos al agente nervioso Novichok en el condado de Wilshire (sur de Inglaterra) se intoxicaron al manipular un objeto contaminado, informaron este jueves las fuerzas de seguridad del Reino Unido.
"Tras haber realizado nuevos exámenes a las muestras de los pacientes, ahora sabemos que fueron expuestos al agente nervioso tras manipular un objeto contaminado", señaló en un comunicado la policía británica.
Hasta ahora nadie más ha presentado los mismos síntomas que llevaron a la hospitalización el pasado sábado de Charlie Rowley, de 45 años, y Dawn Sturgess, de 44.
La pareja está ingresada en el mismo hospital de la localidad inglesa de Salisbury donde fueron tratados el exespía ruso Sergéi Skripal y su hija Yulia cuando en marzo fueron envenenados con la misma sustancia, un ataque del que el Gobierno británico ha culpado al Kremlin.
"Los detectives están trabajando tan rápido y diligentemente para identificar el origen de la contaminación", subrayó la policía, que continúa una búsqueda "meticulosa y sistemática" en "diversos lugares" de Salisbury, donde fueron envenenados los Skripal, y Amesbury, la población cercana donde viven Rowley y Sturgess.
Las fuerzas de seguridad aseguran que no hay evidencias de que la pareja intoxicada visitara los mismos lugares que fueron descontaminados tras la intoxicación del antiguo espía ruso.
La policía tampoco puede confirmar a estas alturas de la investigación si el agente nervioso con el que han estado en contacto pertenece al mismo "lote" que el que envenenó a los Skripal.
Las pesquisas, en las que están involucrados cerca de un centenar de agentes de la unidad antiterrorista británica, avanza "rápidamente", según el comunicado de la policía.