Cinco personas, una un niño de 2 años, de una misma familia de españoles han muerto de forma violenta en un piso de la localidad francesa de Pau, en el suroeste del país.
Presuntamente, la mujer, su hijo y sus padres habrían sido asesinados por el marido de ésta que luego prendió fuego a la casa para suicidarse. Los medios franceses aseguran que el hombre no sería de origen español.
Las llamas fueron descubiertas por un vecino que dio la voz de alarma cuando trató de entrar en la vivienda y vio rastros de sangre que corrían por la ventana.
"Parece que hubo una disputa familiar que acabó en una masacre. No se sabe nada más", aseguró Jean-Paul Brin, teniente de alcalde de Pau. "El fuego fue controlado rápidamente", según los bomberos que habían enviado unos veinte efectivos al lugar.
Los bomberos acudieron hasta el edificio a las 6:40 de la mañana, según medios franceses, y cuando llegaron al apartamento vieron el sofá ardiendo y los cinco cuerpos sin vida.
El suceso está siendo investigado por las fuerzas de seguridad que ya hablan de un incendio premeditado ya que, además, una de las cinco víctimas estaba atada cuando fue encontrada.
Por el momento se desconocen las causas que provocaron el suceso pero se investiga como un posible caso de violencia de género.
Según un amigo de la esposa, ella habría presentado recientemente una denuncia de violencia contra su esposo. Los periódicos franceses aseguran que los padres de la joven eran de Zaragoza y estaban de visita.