Hasta tres veces había denegado el Gobierno de Pedro Sánchez la petición del presidente norteamericano, Donald Trump, de aumentar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB. La primera, el pasado 3 de julio, cuando Sánchez recibió en la Moncloa al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Horas antes del inicio de la cumbre de Bruselas, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguraba a la cadena Ser que "no podemos llegar al 2% ni ahora ni a medio plazo". A su llegada a la cumbre, el propio Sánchez decía también 'no'. Pero todo ha cambiado después de que el presidente del Gobierno haya sufrido en primera persona la ira de Trump.
Y eso que el primer encuentro el miércoles entre Sánchez y el presidente de Estados Unidos antes del inicio de la reunión de la OTAN había transcurrido sin incidentes. "Un intercambio de saludos cordial, diplomático, nada reseñable que se pueda decir más allá de las buenas palabras y conocernos personalmente", según ha relatado el presidente del Gobierno.
La tensión ha estallado durante la jornada final de la cumbre el jueves por la mañana. Los aliados estaban reunidos con los líderes de Ucrania y Georgia para expresarles su apoyo frente a la presión de Rusia. Sin venir a cuento y dinamitando la agenda de la reunión, Trump ha tomado la palabra para abroncar a aquellos "países ricos" que a su juicio no invierten bastante en defensa. Y ha empleado un tono "mucho más duro" que el día anterior, en el que ya pidió al resto de líderes duplicar el objetivo de gasto en defensa del 2% al 4%, una meta que ni siquiera EEUU cumple.
De nuevo, el presidente norteamericano ha señalado entre los incumplidores a la canciller Merkel, a la que se ha dirigido por su nombre de pila, Angela. El día anterior ya le había acusado de venderse a Rusia a cambio del suministro de gas. Pero esta vez también ha nombrado directamente a España. Nuestro país es el tercero de la OTAN que menos gasta en defensa (apenas el 0,92% del PIB). La bronca de Trump ha obligado incluso a Sánchez a tomar la palabra para defenderse.
El presidente del Gobierno -que había iniciado la jornada con un plácido desayuno de trabajo con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en el que ambos mandatarios han expresado plena sintonía- ha evitado la confrontación directa con el exmagnate inmobiliario. Pero ha vuelto a insistir en que España mantiene sus compromisos con la OTAN, participa por encima de la media en las operaciones de la Alianza y cumple en materia de capacidades militares.
Primer compromiso público y cauto
En la rueda de prensa final de la cumbre, Sánchez ha ido más allá y por primera vez se ha comprometido públicamente a tratar de alcanzar la meta del 2% en 2024. "En el marco de la seguridad, es evidente que nuestra aportación y nuestro compromiso con la OTAN es inexcusable: tenemos que cumplir. Lo que hace este Gobierno es asumir la hoja de ruta que fue marcada en previas cumbres por el anterior Gobierno. En nuestro ánimo estará el llegar a esos objetivos en el año 2024", ha asegurado el presidente del Gobierno.
"Nosotros recogemos el testigo de otras administraciones, que a su vez recogieron el testigo de otras administraciones. Nosotros no queremos romper la coherencia de lo que ha sido la política de defensa y de seguridad que durante estas últimas décadas España ha aportado a la OTAN. En ese sentido, nosotros cumpliremos o intentaremos llegar a esos compromisos fijados por la anterior administración", sostiene Sánchez.
Además, Sánchez ha anunciado en Bruselas que España asumirá el mando de la misión de entrenamiento del Ejército de Túnez en la lucha antiterrorista y está dispuesta a dirigir desde la base de Rota cualquier evacuación urgente que sea necesaria si la ONU decide volver a lanzar una misión en Libia.
Sin embargo, en el propio Gobierno son escépticos sobre las posibilidades de cumplir con el 2%. En primer lugar, porque necesitan una mayoría suficiente en el Parlamento y su socio privilegiado, Podemos, se resiste al aumento del gasto militar. Además, el ministerio de Defensa cree que el Ejército español no podría absorber este incremento de la inversión, explican fuentes gubernamentales. De momento, Sánchez asume la hoja de ruta de la exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que prometió llegar al 1,53% en 2020, muy lejos de lo que exige Trump.
Trump clama victoria
La bronca de Trump a Merkel y Sánchez y su nuevo intento de aterrorizar al resto de aliados ha obligado al secretario general de la OTAN a suspender la reunión con Georgia y Ucrania, echar de la sala a técnicos y asesores y convocar una sesión extraordinaria y urgente de los 29 líderes del Consejo Atlántico, en la que sólo se permitía la entrada a los jefes de Estado y de Gobierno y sus ministros de Defensa.
Los líderes de la OTAN ya habían declarado su "compromiso inquebrantable" con el 2% en unas conclusiones aprobadas el miércoles por unanimidad. Pero el presidente de EEUU ha reclamado garantías adicionales y según algunos diplomáticos ha llegado a amenazar con sacar a su país de la Alianza, aunque ningún líder ha confirmado este extremo.
Nada más concluir esta reunión urgente, Trump ha anunciado una rueda de prensa improvisada en Bruselas. En los pasillos se dudaba si se limitaría a una nueva bronca o daría un paso más radical. Para sorpresa de todos, el presidente de EEUU ha sostenido que la cumbre ha sido un éxito y ha clamado victoria frente al resto de aliados, que según ha dicho han cedido a sus exigencias.
"La OTAN es mucho más fuerte de lo que era hace dos días", ha asegurado. El encuentro se desarrolló en un tono "fantástico" y con "un gran espíritu colegial". Según su versión, todos los Estados miembros se han comprometido a acelerar el incremento de gasto en defensa para alcanzar cuanto antes el objetivo del 2% del PIB. "Les he hecho saber que estaba muy descontento. (...) Pero al final todo ha acabado encajando. Ha sido un poco duro durante algunos momentos", ha dicho Trump antes de marcharse camino de Londres.
¿Amenazó a sus colegas con salirse de la OTAN? "Probablemente podría hacerlo (dejar la OTAN), pero ahora es innecesario", ha contestado. La rueda de prensa multitudinaria, en la que ha contestado visiblemente cómodo durante 32 minutos a periodistas de todo el mundo, ha supuesto el último capítulo del show de Trump en Bruselas. "Soy un genio muy estable", ha asegurado.
Macron y Conte desmienten a Trump
El resto de líderes de la OTAN no han acabado tan contentos como Trump. En particular, la canciller Merkel, que ha admitido que Alemania debe hacer más en materia de defensa y ha definido la cumbre como "muy intensa".
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha desmentido al presidente de Estados Unidos y ha asegurado que los países aliados no han acordado ningún incremento extra del gasto en defensa. "Se ha confirmado el objetivo del 2% en defensa para el año 2024. Eso es todo", ha dicho. Este objetivo se fijó por primera vez en la cumbre de la OTAN en Gales en 2014.
"Italia ha heredado compromisos de gasto que no hemos cambiado, así que no hay gasto adicional", ha coincidido el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que desautoriza también las palabras de Trump.
En contraste, el secretario general de la OTAN cree que la presión del presidente de EEUU ha sido positiva y ha dado resultados. "Hemos tenido una discusión muy franca y abierta. Esa discusión ha hecho a la OTAN más fuerte, ha creado una nueva sensación de urgencia", sostiene Stoltenberg. "El mensaje claro del presidente Trump está teniendo un impacto".