La Comisión Europea ha pedido este jueves a los Gobiernos y las empresas comunitarias que intensifiquen los preparativos a todos los niveles para todos los escenarios posibles de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, incluido el de un brexit caótico sin acuerdo entre Bruselas y Londres. Este "escenario límite" preocupa cada vez más a la UE debido a la crisis política y la cadena de dimisiones en el Gobierno de Theresa May, del que se han marchado entre otros el ministro de Exteriores, Boris Johnson, y el negociador con la UE, David Davis, por desavenencias sobre la salida.
El aviso del Ejecutivo comunitario coincide con la primera vista a Bruselas del recién nombrado sustituto de Davis, Dominique Raab, para reanudar las conversaciones con el negociador comunitario, Michel Barnier. En una breve declaración ante la prensa, Barnier le ha pedido a Raab una solución para evitar que se erija una nueva frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. "Es urgente acordar una solución de último recurso operativa y jurídicamente vinculante para Irlanda e Irlanda del Norte. Necesitamos una poliza de seguros para cualquier situación", ha dicho.
Por su parte, Raab ha reclamado "calentar" las negociaciones del brexit tras el parón de los últimos meses. "Estoy deseando examinar todos los detalles con energía, vigor y brío renovados. El tiempo corre y espero intensificar, calentar las negociaciones y garantizar que estemos en la mejor posición para conseguir el mejor acuerdo", asegura el nuevo negociador británico.
Pero a la vez que se reanudan las negociaciones entre Bruselas y Londres, los 27 se preparan para un escenario de divorcio no pactado. "La UE está trabajando duro para alcanzar un acuerdo para una retirada ordenada y quiere negociar un marco para las futuras relaciones con Reino Unido. No obstante, no hay seguridad de que se llegue a un acuerdo", resalta el documento enviado a las capitales.
Pese a todo, la primera ministra británica sigue convencida de que será posible llegar a un acuerdo con la UE sobre el brexit. "Por lo que se refiere a un escenario de no acuerdo, siempre hemos dicho que no es lo que queremos ni lo que esperamos, y el progreso en las negociaciones hasta ahora sugiere que no acabaremos ahí", ha dicho este jueves su portavoz. Un diagnóstico que no comparten sus socios europeos. "La situación en Londres es muy volátil y nadie sabe qué va a ocurrir", se lamenta un alto diplomático.
Bruselas se había fijado octubre como fecha límite para cerrar el acuerdo de divorcio con Reino Unido, con el fin de que tanto la Eurocámara como el Parlamento británico tuvieran tiempo de ratificarlo. Pero este plazo se ve cada vez más improbable debido al bloqueo de las negociaciones en la cuestión de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte y al caos político en Londres. Haya o no pacto, Reino Unido quedará fuera de la UE el 30 de marzo de 2019 a las 0:00 horas (hora central europea).
El resultado de las negociaciones es impredecible
"La planificación de contingencia para el peor resultado posible no es un signo de desconfianza en las negociaciones. La Comisión está dedicando muchos recursos y haciendo grandes esfuerzos para lograr un acuerdo. Ese sigue siendo nuestro objetivo. No obstante, el resultado de las negociaciones no puede predecirse", asegura el Ejecutivo comunitario.
El documento de Bruselas detalla todas las consecuencias negativas de un escenario sin acuerdo para las que Gobiernos y empresas deben prepararse. Londres dejaría la UE el 30 de marzo de 2019 sin acuerdo de divorcio y sin periodo de transición. La legislación comunitaria ya no se aplicaría en su territorio. Los derechos de los europeos que viven en territorio británico quedarían sin protección. El transporte entre Reino Unido y la UE sufriría grandes perturbaciones debido a los controles aduaneros y sanitarios en frontera. Las importaciones británicas a territorio comunitario deberían pagar los aranceles que marca la Organización Mundial del Comercio.
El Ejecutivo comunitario insiste en que la preparación para el brexit es de vital importancia, incluso en el caso de que la UE y Reino Unido lleguen a un acuerdo. En ese caso habría un periodo de transición de 21 meses, hasta finales de 2020, para adaptarse a los cambios. Pero también en este escenario, la salida de Londres causará perturbaciones -por ejemplo en las cadenas de suministro de las empresas- porque ya no podrá disfrutar de las mismas ventajas que siendo Estado miembro.
Como parte de su actividad de preparación, Bruselas ha publicado ya más de 60 comunicaciones sectoriales para informar a los ciudadanos de las consecuencias de la retirada del Reino Unido en ausencia de cualquier forma de acuerdo de retirada.
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