Charlie Rowley, el británico de 45 años que el 30 de junio se intoxicó con Novichok, explicó que regaló a su novia Dawn Sturgess un frasco que encontró en el suelo y que pensó que era de perfume, aunque posiblemente contenía el agente nervioso, en una entrevista que publica hoy The Sun.
Rowley, que salió del hospital el pasado viernes y aún está débil, lamenta haber regalado el frasco a Sturgess, que murió el 8 de julio tras haberse intoxicado con esa sustancia en la vivienda del primero en Amesbury, en Wiltshire, en el sur de Inglaterra.
Sturgess y Rowley fueron hospitalizados el mismo día, pero solo sobrevivió él, aunque todavía está muy débil y apenas recuerda lo ocurrido, según The Sun.
En la entrevista, Rowley, de quien sus amigos han dicho que solía rebuscar en la basura, rememora haber encontrado en el suelo "una botella de cosmético", que pensó que era perfume y se lo regaló a su novia, quien se lo puso en las muñecas.
El británico lamenta "el descuido" de las personas que abandonaron el bote -que aparentemente contenía el neurotóxico Novichok fabricado por la Unión Soviética entre los años 70 y 90- en un espacio público, donde lo podrían haber encontrado "niños".
La intoxicación accidental de Rowley y Sturgess, que según la prensa tenían problemas de drogas y alcohol, se produjo después del presunto ataque el 4 de marzo contra el exagente doble ruso Sergéi Skripal, de 67 años, y su hija Yulia, de 33, que fueron hallados inconscientes en un banco de Salisbury, población vecina a Amesbury.
El Gobierno británico atribuyó el presunto intento de asesinato a Rusia, e impulsó sanciones económicas y diplomáticas contra ese país, que ha negado cualquier implicación.
Según The Sun, Rowley encontró el frasco con restos de Novichok en el parque Jardines Reina Isabel de Salisbury, cerca de donde fueron encontrados los Skripal.
La Policía continúa investigando ambos sucesos y trata la muerte de Sturgess como asesinato.