La revelación de que el extitular de Exteriores británico Boris Johnson ha mantenido una aventura amorosa con una joven del Partido Conservador amenaza con condicionar el futuro político de uno de los principales enemigos internos de la primera ministra del Reino Unido, la también "tory" Theresa May.
Los rumores sobre el supuesto lío amoroso entre Johnson, de 54 años, y Carrie Symonds, de 30, comenzaron a correr por los pasillos del palacio de Westminster (sede del Parlamento británico) hace algunas semanas, cuando la joven, una de las jefas de comunicación del partido, presentó por sorpresa su dimisión, según han desvelado medios locales.
Los detalles sobre el "affaire" han desbordado las páginas de los tabloides británicos, después de que el antiguo jefe de la diplomacia y su esposa, Marina Wheeler, anunciaran la semana pasada su intención de poner fin a un matrimonio de veinticinco años.
Johnson ha liderado desde 2016 el ala más euroescéptica de los "tories" y es uno de los favoritos en las apuestas para suceder a May al frente de la formación, si los planes sobre el "brexit" de la primera ministra fracasan.
Durante meses, Johnson presionó a la jefa de Gobierno para promover una salida abrupta de la Unión Europea (UE) y presentó su dimisión en julio, tras la publicación de un plan que, a su juicio, hace demasiadas concesiones a Bruselas y convierte al Reino Unido en un Estado "vasallo" de los socios comunitarios.
Ya sin cargo en el Ejecutivo, el exministro se ha erigido como uno de los principales críticos del proyecto de May, a la que ha llegado a acusar este fin de semana de poner un "chaleco suicida" a la Constitución británica con el acuerdo sobre el "brexit" que espera firmar antes de fin de año.
En un momento en el que el papel de Johnson como contrapeso euroescéptico en el Partido Conservador es un factor clave en la política británica, los medios han aireado su cercana relación con Symonds.
El tabloide The Sun ha revelado que la que fuera jefa de comunicación, quien inició su carrera en la formación como relaciones públicas a los 22 años, llegó a mostrar durante la celebración de una boda algunos mensajes de texto "juguetones" que le había enviado Johnson.
Fuentes sin identificar aseguraron al diario que el entonces ministro de Exteriores envió un coche a recogerla de aquella fiesta y para llevarla a una residencia campestre en Kent, en el suroeste de Inglaterra, donde el Foreign Office suele alojar a mandatarios extranjeros de visita en el Reino Unido.
El mismo rotativo asegura que Symonds explicó a algunas amigas que pasó una noche con Johnson en una casa de campo en Oxfordshire (centro de Inglaterra) y que ambos han mantenido diversos encuentros en un hotel de Londres.
Los aliados del exministro en el Partido Conservador se han apresurado a asegurar que su divorcio y los rumores sobre su aventura amorosa no dañan sus opciones de suceder a May al frente de la formación.
"La mayoría de nuestros colegas serán comprensivos y solidarios en un momento difícil para él. Dudo mucho que esto vaya a tener demasiado impacto en sus opciones de liderazgo", afirmó a "The Observer" el exministro conservador Andrew Mitchell.
Según una encuesta publicada por la influyente página web política Conservative Home la semana pasada, antes de que estallara la polémica por la aventura amorosa Johnson era el favorito para suceder a May para el 35% de los miembros del partido, seguido por el titular de Interior, Sajid Javid, que sumaba el 15% de los apoyos.
Tras anunciarse el divorcio del exministro, otra encuesta, publicada por el "Daily Mail", indicaba que el 18% de los votantes considera que su vida personal puede dificultar que llegue a ser primer ministro, mientras que el 64% cree que no le resta posibilidades.
La supuesta relación con Symonds no es el primer "affaire" de Johnson que sale a la luz.
En 2004, el político conservador admitió una relación extramatrimonial de cuatro años con la periodista Petronella Wyatt, un episodio por el que fue expulsado como portavoz de Cultura del Partido Conservador, entonces en la oposición.
En 2013, un juez dictaminó que era de interés público revelar que Johnson mantuvo una "breve" relación con la marchante de arte Helen Macintyre y que tiene una hija con ella fruto de aquel romance.