Los médicos alemanes que están tratando al miembro del grupo punk Pussy Riot han declarado que es muy probable que haya sido envenenado, teniendo en cuenta sus síntomas.
Pyotr Verzilov, uno de los cuatro miembros de Pussy Riot que saltó al campo del estadio Luzhnikí vestido con un uniforme de policía durante la final del Mundial de fútbol entre Francia y Croacia, para protestar contra los abusos de la policía rusa, fue hospitalizado en "estado crítico" la semana pasada en la unidad de toxicología del Hospital Clínico Bajrushin de Moscú. Este domingo fue trasladado a Berlín.
Sus primeros síntomas fueron la pérdida de visión y la incapacidad de caminar. Los miembros del grupo denunciaron había sido víctima de un envenenamiento.
"Es muy probable que haya sido envenenado", ha dicho uno de los médicos que le atiende en Berlín, aunque resalta que todavía no se ha podido identificar la sustancia responsable. Los médicos han declarado que su condición indica un fallo parcial del sistema nervioso que regula sus órganos internos. Pese a su estado, Verzilov está recibiendo el tratamiento adecuado y su vida no corre peligro.
Según su pareja, Verzílov empezó a sentirse mal poco después de una vista en un tribunal el martes. A las seis de la tarde se acostó para descansar y cuando Nikúlshina llegó a casa dos horas después su pareja "se despertó y dijo que estaba empezando a perder la vista".
"Entre las ocho y las diez su estado empeoró gradualmente. Primero fue su vista, después su capacidad de habla y después la de moverse", relató Nikúlshina a Meduza". Cuando llegaron los paramédicos, respondió a todas sus preguntas y les aseguró que no había comido nada", relata su pareja.
Fue entonces cuando su estado empeoró rápidamente y "empezó a convulsionar". "En el camino al hospital, en la ambulancia, ya estaba balbuceando. Cayó en un estado medio inconsciente y dejó de responder y de reconocerme", indicó Nikúlshina.