"Desde Bruselas pueden mandar doce cartas, los presupuestos no cambian". Así de tajante se ha mostrado el líder de la ultraderechista Liga y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini al afirmar que el Gobierno Italiano no cambiará sus presupuestos. Ya este martes se había reafirmado en su postura y aseguró que "está en lo correcto" al defender su plan presupuestario para 2019, después de que la Comisión Europea (CE) pidiera un nuevo borrador, un escenario sin precedentes que hizo subir la prima de riesgo del país hasta los 320 puntos básicos.
"Sabemos que si nos rendimos, los expertos a favor de los bancos y de la austeridad volverán con rapidez, y por eso no nos rendiremos. Sabemos que estamos recorriendo el camino correcto, por eso no pararemos", declaró el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y vicepresidente de Italia, Luigi Di Maio, en un mensaje en las redes sociales.
Esto supone un pulso con la Comisión Europea que tras tumbar sus presupuestos dio al Gobierno populista de Roma un plazo de tres semanas, hasta el 13 de noviembre, para presentar un nuevo borrador. Según el organismo europeo el plan presentado no es acorde a las normas que garantizan la gestión de la moneda única.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha querido responder al Gobierno italiano afirmando que si quieren que el país siga siendo miembro de la Unión Europea y de la eurozona y, por tanto, debe actuar con coherencia y rectificar las cuentas para 2019, que incumplen las normativas comunitarias. "El Gobierno italiano ha dicho claramente que quiere estar en la UE y en el euro, ahora debe actuar de modo coherente", sostuvo Moscovici en una entrevista que publica el diario italiano La Repubblica.
Pasos a seguir
Si Italia se mantiene en su postura y no cambia el borrador o los puntos básicos a variar según la Comisión Europea, daría pie a abrir el procedimiento de déficit excesivo por la regla de deuda. El organismo propuso en 2016 multar a España y Portugal pero al final únicamente pidió más esfuerzos.
La Comisión publicará el 8 de noviembre sus previsiones económicas de otoño. Tres días antes se reúnen los miembros del Eurogrupo para valorar la situación.
Tras la decisión de Bruselas, Italia valorará el efecto negativo de un procedimiento de infracción por parte de la Comisión Europea.
Mientras tanto, los inversores abandonan Italia. 17.900 millones de euros de valores italianos fueron vendidos en agosto.
Decisión sin precedentes
La CE ha rechazado el borrador presupuestario que Italia presentó a Bruselas, en una decisión sin precedentes, después de confirmar que el Gobierno de Roma no tiene intención de cambiar sus cuentas, que prevén un déficit del 2,4 % del producto interior bruto (PIB) e incumplen las normas comunitarias.
El Ejecutivo italiano, formado por el antisistema M5S y la ultraderechista Liga, tiene ahora tres semanas de plazo para responder y enviar un nuevo plan a Bruselas.
Di Maio, que también es ministro de Desarrollo Económico y Trabajo, publicó un segundo mensaje en las mismas redes en el que celebró que este plan presupuestario para 2019 "es el primero que no gusta a la Unión Europea", algo que se debe, opinó, a que "ha sido escrito por Roma y no por Bruselas".
"Continuaremos explicando con respeto a la CE qué queremos hacer, pero debe existir el mismo respeto hacia el pueblo italiano y el Gobierno que hoy lo representa. Continuamos trabajando con la cabeza alta por el bien de los ciudadanos", subrayó.
Los medios italianos explican que el rechazo de las cuentas de Italia era esperado por el Gobierno del país, pues ya en los últimos días la Comisión había advertido a Roma de que el déficit previsto para el próximo año en el 2,4 % del PIB es el triple de lo propuesto por el anterior Gobierno italiano y está lejos del ajuste estructural recomendado.
Además, Bruselas cree que esta cifra incumple las reglas de reducción de la deuda pública, que en Italia supera el 131 % del PIB.
Reacciones en Italia
El otro vicepresidente del Gobierno y líder de la Liga, Matteo Salvini, también se manifestó desde Bucarest, donde se encuentra de viaje, antes de que la CE rechazara el borrador de presupuestos para 2019 de Italia y dijo que "el único organismo que podrá decidir sobre los presupuestos y mejorarlos es el Parlamento italiano", y no las instituciones europeas.
El exdiputado del M5S Alessandro Di Battista declaró en las redes sociales que "la UE está intentando mostrar músculo" cuando Italia está "buscando un camino distinto para salir del pantano económico" en el que se encuentra, en el que no logra impulsar el crecimiento.
Pero más allá de la postura del Gobierno italiano, en el país se han sucedido algunas críticas, empezando por el presidente de la patronal de Italia, Confindustria, Vincenzo Boccia, quien avisó de que en Italia "alguien quiere un enfrentamiento con la UE".
Instó al Gobierno italiano a ser consciente de que la tensión con las instituciones comunitarias hace subir la prima de riesgo y perjudica a la economía del país y pidió que explique bien a los inversores su estrategia de aumentar el gasto público para favorecer el crecimiento.
"Aquí hay una cuestión, la deuda italiana, y cuando la prima de riesgo aumenta, hace daño a los italianos, porque es un impuesto indirecto. Hablemos claro, seamos claros", advirtió.
El exministro de Economía con el Gobierno del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) Pier Carlo Padoan solicitó a su vez que el actual titular de esta cartera, Giovanni Tria, comparezca ante el Parlamento italiano para dar explicaciones tras el rechazo de la CE a los presupuestos.
Y la secretaria general del sindicato Cisl, Annamaria Furlan, opinó que las tensiones con la Comisión "abren un escenario preocupante para Italia" y pidió al Ejecutivo que preside Giuseppe Conte que "salga del aislamiento".