Los populares europeos eligen al favorito de Merkel como candidato a la Comisión
- El alemán Manfred Weber se impone al exprimer ministro finlandés, Alexander Stubb, por 492 votos frente a 127.
- Será el cabeza de lista del PPE, favorito para ganar las elecciones a la Eurocámara de mayo de 2019.
- Su probable victoria no le garantiza la presidencia de la Comisión: los líderes europeos tienen la última palabra.
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El Partido Popular Europeo (PPE) ya tiene candidato para suceder a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión dentro de un año si, como apuntan los sondeos, gana las elecciones a la Eurocámara de mayo de 2019. Tal y como se esperaba, el alemán Manfred Weber (46 años), el candidato de la canciller Angela Merkel, se ha impuesto a su único rival, el exprimer ministro finlandés, Alexander Stubb (50 años) por un amplio margen de 492 votos frente a 127, con dos papeletas inválidas. La votación se ha producido durante el congreso del PPE celebrado en Helsinki. El PP de Pablo Casado ha apoyado desde el principio al alemán.
"Hoy empiezo mi campaña, nuestra campaña. Creemos una Unión Europea estable. Tendamos puentes entre los ciudadanos y la UE. Luchemos por una Europa ambiciosa y democrática", ha dicho Weber en su discurso de victoria, rodeado de todos los líderes del PPE, incluida la propia Merkel.
Aunque inició su carrera política como diputado regional en Baviera, el elegido ha desarrollado casi toda su trayectoria en el Parlamento Europeo, al que llegó en 2004. Desde 2014 ejerce de presidente y portavoz del grupo popular en la Eurocámara. Nunca ha ocupado ningún puesto ejecutivo. Con su elección, los populares europeos se decantan por su alma más conservadora y tradicional, frente al ala liberal y modernizadora que representaba Stubb.
Durante la campaña, el alemán ha defendido la necesidad de tender puentes con los populistas, como el ministro del Interior italiano Matteo Salvini. También ha adoptado hasta hace poco una actitud contemporizadora con la deriva autoritaria del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que sigue en el PPE y ha votado a Weber. En contraste, Stubb defendía romper los lazos con Orbán y se decantaba por una alianza con La Republique en Marche del presidente francés, Emmanuel Macron.
Sin garantías para presidir la Comisión
La victoria de Weber, un desconocido fuera de la burbuja bruselense, no le garantiza en absoluto la presidencia de la Comisión, que se queda libre el 1 de noviembre de 2019. Los socialistas europeos han escogido como candidato al holandés Frans Timmermans, ex ministro de Exteriores y actual vicepresidente del Ejecutivo comunitario. Durante su mandato, se ha convertido en azote de los Gobiernos antiliberales de Hungría y Polonia, pero también de los independentistas catalanes. Pero las encuestas pronostican un hundimiento de los socialistas en las elecciones europeas. Por su parte, los liberales de ALDE han retrasado su decisión a los próximos meses.
Sin embargo, la última palabra para elegir al sucesor de Juncker la tendrán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Y ellos ya han dejado claro que, a diferencia de lo ocurrido en 2014 con la elección de Juncker, no dejarán que la Eurocámara les imponga a su candidato. La falta de peso político de Weber y la alta probabilidad de unos resultados ajustados, sin mayorías claras, en las elecciones de mayo de 2019, facilitan la tarea a los líderes europeos y despejan el camino para un aspirante tapado. Una incógnita que sólo empezará a despejarse a partir de junio del año que viene.