Una manifestación de unos trescientos 'chalecos amarillos' belgas en Bruselas, la primera de este tipo organizada en la capital belga, ha provocado este viernes importantes incidentes, incluido el incendio de dos coches de la Policía.
Los primeros problemas ocurrieron en torno a las 10.30 hora local (09.30 GMT) cuando pequeños grupos de 'chalecos amarillos' comenzaron a concentrarse en una calle próxima a las instituciones federales belgas.
Cerca de sesenta personas fueron detenidas, según los medios belgas.
La Policía ordenó el cierre de las estaciones de metro próximas al lugar donde se concentraban los manifestantes.
El alcalde de Bruselas, Philippe Close, advirtió el viernes por la tarde de que toda persona que siguiera manifestándose sería detenida.
El primer ministro belga, Charles Michel, advirtió en su cuenta de Twitter de que no habrá impunidad para los responsables de estos actos violentos.
Las protestas iniciadas en Francia hace dos semanas han llegado en los últimos días a la región belga de Valonia.
En Francia, este grupo empezó a movilizarse contra la subida de los impuestos al carburante, que el Gobierno francés aplica para financiar la transición energética, pero las demandas se han ampliado a la disminución del poder adquisitivo de las clases medias rurales.