La primera ministra británica, Theresa May, se enfrentará esta tarde a una moción de no confianza presentada por su propio partido, según informa la BBC. Tras la polémica generada esta semana, con el aplazamiento del voto por el acuerdo del brexit y el anuncio por parte de May de que renegociaría el acuerdo con la UE han hecho estallar su propio partido.
Los Conservadores han conseguido las 48 cartas necesarias para una moción de no confianza a la que se enfrentará la premier británica esta misma tarde, entre las 19.00 horas y las 21.00 horas (hora española).
La premier, que hoy tenía agendado un viaje a Berlín para iniciar las conversaciones del acuerdo del brexit, ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar que no dimitiría y se presentaría en el Parlamento para "defender mi posición como líder del Partido Conservador".
"Un cambio de liderazgo pondría al país en riesgo", ha sentenciado May, recordando que el cambio de primer ministro, "retrasaría o podría parar el brexit, cuando la gente quiere que lo hagamos cuanto antes". "Semanas de lucha interna crearían más división cuando tenemos que estar más juntos que nunca", ha dicho.
May necesita mayoría simple
Para superar la moción, la primera ministra necesitaría ganar por mayoría simple. De conseguirlo quedaría blindada durante un año, tiempo en el que no se podría volver a presentar una moción de las mismas características. Si pierde la votación, May sería apartada del liderazgo del partido y habría un proceso de primarias al que no podría presentarse.
Un otra posibilidad es que May consiga pasar la moción pero que decida dimitir, si considera que el margen es demasiado ajustado y no le garantiza la estabilidad necesaria.
"Los votos serán contados inmediatamente después y el resultado será anunciado en cuando sea posible esta noche", ha dicho el presidente del Comité 1922, Graham Brady, quien ha recibido las 48 misivas necesarias de los diputados para convocar la votación.
"El umbral del 15% (48 cartas) del grupo parlamentario solicitando un voto de confianza en la líder del Partido Conservador ha sido excedido", añadió el presidente del comité en una nota.
Rebelión entre los euroescépticos
La premier conservadora decidió postergar la votación por el acuerdo del brexit, que con seguridad iba a perder, ante el rechazo que el pacto generó entre los diputados "tories" euroescépticos y muchos de la oposición.
Ante esta situación, la política inició ayer intensos contactos con líderes europeos a fin de conseguir algún tipo de concesión de la Unión Europea (UE) que permita que el acuerdo supere el trámite parlamentario en Londres.
Tras conocerse el anuncio, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, señaló en su cuenta de Twitter que respaldará a May esta noche porque está realizando "actualmente el trabajo más difícil" y añadió que "lo último que el país necesita es un proceso (interno) largo y perjudicial".
"El brexit nunca sería fácil pero ella es la mejor persona para asegurar que nos marchamos de la UE el 29 de marzo", agregó Hunt.
El ministro de Interior, Sajid Javid, afirmó, por su parte, que "lo último que el país necesita en este momento en una elección al liderazgo del Partido Conservador".
Los euroescépticos manifestaron su oposición al acuerdo del brexit por la referencia a la salvaguarda pensada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.
Por su parte, el presidente y el vicepresidente del euroescéptico e influyente Grupo de Investigación Europeo (ERG, en inglés), Jacob Rees-Mogg y Steve Baker, afirmaron en una declaración conjunta que "no tolerarán" que la primera ministra haga caer al Gobierno, en clara referencia al interés de algunos partidos de la oposición por presentar una moción de censura contra el Ejecutivo.
"Los conservadores deben ahora responder si quieren estar más cerca de unas elecciones bajo el liderazgo de May. Por el interés nacional, ella tiene que marcharse", agregaron.
El mes pasado, algunos diputados conservadores euroescépticos también intentaron reunir misivas para desafiar el liderazgo de May, pero no consiguieron llegar al 15 % de las cartas necesarias.