Berlín

'Morcillagate'. Hay quien lo llama así. Consiste, entre otras cosas, en una pelea verbal entre políticos locales de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) que ha terminado con la salida de Mehmet Ünal de ese partido conservador, la formación que hasta hace unos días presidiera la canciller Angela Merkel. Ünal, que ha tenido responsabilidades en la CDU a nivel local en un distrito de la ciudad-estado de Bremen, reconoce a EL ESPAÑOL que cometió el “error” de insultar gravemente a un compañero de partido.

Este licenciado en derecho, ciudadano alemán de origen turco, llamó a Ali Ertan Toprak, político de la CDU de origen kurdo, “rata islamófoba”. Le acusó también de “apoyar el terrorismo” del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). “¡Sigue comiendo cerdo!”, escribió Ünal. Acabó llamándole “gordo y feo”. “Le ataqué verbalmente”, asiente Ünal.

El desencadenante de lo que fue una enganchada en Twitter de negativas consecuencias para Ünal fue algo que resultaba “una broma de mal gusto”, según los términos del diario Rheinische Post. A saber, que en la reciente Conferencia sobre el Islam celebrada por el Ministerio del Interior alemán en Berlín hubiera platos de morcilla para comer. El evento estaba destinado a acoger principalmente a organizaciones representativas de la comunidad musulmana del país.

Los musulmanes practicantes no comen carne de cerdo. Habiéndose presentado esas “tapas” de morcilla para comer en un ministerio del Interior donde el responsable de la cartera, el socialcristiano Horst Seehofer, ha dicho eso de que “el Islam no pertenece a Alemania”, la oferta gastronómica generó no pocas reacciones adversas.

De ahí que los portavoces del ministerio de Seehofer tuvieran que esforzarse los días del evento para disculparse y señalar que los platos presentados en las pausas para comer durante la conferencia respondían a la “pluralidad” de los convocados al evento. “Si alguna persona se ha sentido mal en su sentir religioso, lo lamentamos”, han dicho los portavoces del ministerio.

El tema se ha exagerado mucho, en la conferencia había más cosas de comer que 'tapas' de morcilla, había un bufé con platos vegetarianos, otras 'tapas' y también especialidades alemanas

“El tema se ha exagerado mucho, en la conferencia había más cosas de comer que 'tapas' de morcilla, había un bufé con platos vegetarianos, otras 'tapas' y también especialidades alemanas como esas pequeñas raciones de morcilla”, explican a EL ESPAÑOL desde la CDU. “Si una conferencia sobre el Islam tiene lugar en Alemania, ¿Por qué no se van a ofrecer especialidades alemanas?”, abundan desde el partido gubernamental.

Desde fuera del partido, Ünal explica que él no pensó mal al saber de las morcillas en Berlín. “Yo pensé que eso de las morcillas se hizo sin que Seehofer lo supiera”, dice Ünal. Sin embargo, en redes sociales, este empresario entrado en los cuarenta que se declara “no muy religioso”, se excedió.

Insultos a un compañero de partido

Lo hizo al leer un comentario en redes sociales de Ali Ertan Toprak, ahora ex compañero de partido y político local en Hamburgo. Éste último escribió en Twitter sobre el debate del 'Morcillagate' en el Ministerio del Interior: “Quien se altera por las morcillas en la Conferencia del Islam pero se mantiene en silencio sobre el hecho de que hay gente que vive en Alemania bajo protección policial por sus críticas al islamismo, no sólo se engaña, está rechazando todo lo que constituye este país”. La respuesta de Ünal fue excesiva. “Eres una rata islamófoba y no te avergüenzas (…) incluso si los musulmanes son despreciados o provocados (…) ¡Sigue comiendo cerdo!”, le escribió Ünal a su compañero de partido.

“Le escribí un mensaje malvado. Quería pelearme con él, pero él no entró al trapo. No fue inteligente hacerlo, fue algo infantil”, reconoce el ahora ex miembro de la CDU, que trata de explicarse. “Ali Ertan Toprak tiene un nombre turco pero yo lo sitúo en el Top-10 de personas que hacen campaña en Alemania contra el Islam, como Thilo Sarrazin, entre otros”, dice Ünal, aludiendo al célebre autor de libros de éxito en Alemania. El título de su último volumen lo dice todo: "El enemigo toma el poder: cómo el Islam obstaculiza el progreso y amenaza la sociedad".

“Este tipo de campañas hacen daño a los musulmanes, incluidos a la gente como yo, que vivimos integrados y a los que nos va bien, porque nos estigmatizan”, comenta Ünal  Para él, en Alemania está normalizada la “islamofobia”. “La mayoría de la sociedad no era así antes, pero a partir de los ataques del 11-S, la situación empeoró y con la aparición de Alternativa para Alemania (AfD), la islamofobia es una realidad política”, asegura Ünal  aludiendo al partido de ultraderecha que lidera la oposición en el Bundestag.

Ünal también reprocha a Ali Ertan Toprak ser “simpatizante o miembro del PKK, una organización reconocida como terrorista en Alemania”. En 2013, Ali Ertan Toprak se manifestó en contra de la prohibición en Alemania del PKK. Sea como fuere, el político de la CDU de Hamburgo escribió a la sección de Bremen alertando de los ataques de Ünal, a quien ya habían hablado en más de una ocasión sobre el fondo y las formas en comunicación en política.

La gota que colmó el vaso en la CDU

Los mensajes a Ali Ertan Toprak fueron la gota que colmó el vaso. El motivo de la salida de la CDU “es el modo en que Ünal utilizó las redes sociales”, explican a EL ESPAÑOL en la sección del partido de Bremen. Ésta se vio obligada a comunicar rápidamente y a distanciarse de las palabras de Ünal.

“La CDU de Bremen no aprueba las declaraciones” de Ünal y “las critica duramente”, manifestaban en esa agrupación del partido de la canciller Angela Merkel. En esa comunicación, la CDU de la ciudad-estado del noroeste germano dejaba claro que el partido pedía la salida de Ünal. Desde el partido se le “aconsejó” dimitir.

Heiko Strohmann, líder de la CDU en Bremen y conocido de Ünal, declaró al popular diario Bild estar “en shock” al tener noticias de los ataques verbales a Ali Ertan Toprak. Al final, a Ünal no le quedaba más salida que la que llevaba fuera de la CDU. “Escribió eso en su perfiles de redes sociales privados, y ahí no podemos decirle nada más”, plantean en la CDU. “No podemos controlar este tipo de cosas, somos una sección pequeña, no podemos controlar a nuestros 2.500 miembros”, agrega.

El ahora ex miembro de la CDU acumulaba advertencias por, entre otras cosas, ser excesivamente crítico con Israel en Facebook. “Una vez dijo algo así como que Israel es un régimen sin derechos, y esa no es una posición de la CDU”, comentan en el partido conservador. “También hizo comentarios sobre la orientación sexual de Jens Spahn [ministro de Sanidad, ndlr.], quien es homosexual, y eso son cosas que no podemos aguantar”, precisan en la CDU.

Fuera del partido conservador, en el que duró como miembro sólo cuatro años, el expulsado no ve ahora otra formación a la que afiliarse. El 'Morzillagate', que como mucho podía haber sido un error que costara un disgusto al ministro Horst Seehofer, fue algo por lo que Ünal sí terminó pagando.