La primera ministra británica, Theresa May, ha continuado los contactos con los ministros de cara a la presentación este lunes de su "plan B" del "brexit", en un nuevo intento de sumar apoyos que permitan su aprobación este 29 de enero.
La jefa del Gobierno expondrá en la Cámara de los Comunes -después de las 15.30 GMT- los pasos alternativos después de que el acuerdo negociado con la Unión Europea (UE) fuera rechazado por los diputados en una votación celebrada el pasado martes.
El "plan B" será votado la semana que vienes, el martes 29 de enero, al término de un debate que durará varias horas y cuando se espera que los diputados presenten diversas enmiendas.
La primera ministra británica, Theresa May, estaría barajando una modificación del Acuerdo del Viernes Santo de 1998 como fórmula para desatascar el proceso de salida de Reino Unido de la UE tras la derrota del acuerdo que alcanzó Londres con la UE en el Parlamento británico.
Una de las propuestas que estudia es la revisión del acuerdo de paz de Irlanda del Norte que puso fin a décadas de violencia protagonizadas por el Ejército Republicano Irlandés (IRA) e incluir en el mismo un compromiso formal para evitar una frontera "dura" entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda una vez Reino Unido salga de la UE.
Este texto sería una garantía para Irlanda y para el Partido Unionista Democrático (DUP), el partido norirlandés cuyos diputados en Londres podrían ser claves para la ratificación de cualquier acuerdo de salida de la UE.
La crisis en la que está sumido el Reino Unido por el brexit, cuya fecha de retirada del bloque europeo está fijada para el próximo 29 de marzo, se ha profundizado por la polarización de la Cámara de los Comunes, donde May no tiene mayoría y necesita del respaldo de los diez diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte para sacar adelante las leyes.
Muchos parlamentarios, especialmente los del DUP, rechazaron la salvaguarda porque temen que deje atado al país a las estructuras de la UE en contra de su voluntad, en caso de que Londres y Bruselas tarden más de lo esperado en sellar un acuerdo comercial durante el periodo de transición -del 29 de marzo de 2019 a finales de 2020-.
Pero los renovados esfuerzos de May pueden verse eventualmente alterados si prosperan los planes de dos grupos de diputados que buscan impedir un "salto al vacío" el 29 de marzo, es decir un brexit sin acuerdo por temor a las consecuencias para el país.
Para conseguir sus objetivos, estos diputados estarían dispuestos a presentar enmiendas de cara a la votación del 29 de enero.
Uno de esos grupos, formado por el conservador Nick Boles y la laborista Yvette Cooper, busca impedir un brexit sin acuerdo, algo sobre lo que la jefa del Gobierno se opone porque supondría retrasar la retirada británica, según el Sunday Times.
El segundo grupo, a cargo del diputado proeuropeo Dominic Grieve, quiere ir más allá y suspender el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que el Reino Unido activó el 29 de marzo de 2017 al notificar a la UE su intención de salir del club de los 27, con el objetivo de parar el brexit en un segundo referéndum.
En manos de los Comunes
Ante la posibilidad de que los Comunes tengan cada vez más poder para dirigir el camino del brexit, el Gobierno expresó su "profunda preocupación" por estos intentos.
La residencia de Downing Street, despacho oficial de la primera ministra, Theresa May, dijo que es "vital" que la Cámara de los Comunes cumpla con el resultado del referéndum de 2016, en el que los británicos votaron a favor de salir de la Unión Europea (UE).
"Cualquier intento de retirarle al Gobierno el poder de cumplir con las condiciones legales de una retirada ordenada en este momento de importancia histórica es extremadamente preocupante", puntualizó hoy una portavoz del número 10 de Downing Street.
"Esta noticia debería servir para recordar a aquellos diputados que quieren cumplir con el brexit, que necesitan votar por él, de otra manera hay peligro de que el Parlamento detenga el brexit", agregó la portavoz, en clara referencia a los conservadores que rechazaron el acuerdo negociado por la primera ministra y están dispuestos a una salida de la UE sin pacto alguno.
La diputada conservadora pro-europea Anna Soubry rechazó, en declaraciones a la BBC, que los parlamentarios estén tramando una "conspiración" en los Comunes e insistió en que "hacen su trabajo".
"No se trata de gente que esté tramando un complot. Es gente que hace su trabajo por el profundo fracaso del Gobierno y, si el Gobierno no hace su trabajo, entonces lo hace el Parlamento", dijo.
Por su parte, el diputado laborista Hilary Benn declaró a la BBC que los diputados tratan de resolver "el lío" creado por May.
"Afrontamos una crisis nacional y hay muchos diputados en la Cámara de los Comunes cuya primera prioridad es asegurar que no nos marchamos sin acuerdo y, por lo tanto, buscando maneras en que podemos hacer enmiendas", resaltó Bann.