"El lunes por la noche creí que una parte de la fachada iba a hundirse. Desde ese punto de vista, podemos decir que se ha evitado lo peor", confiesa a EL ESPAÑOL el obispo auxiliar de París, Denis Jachiet (56 años), delante de la explanada de Notre Dame, cerrada al público y todavía cubierta de ceniza. Las dos torres que forman la fachada de esta joya gótica, emblema de Francia, se han salvado y la catedral se mantiene en pie tras el devastador incendio del lunes. "Pese a ello, los daños son enormes. La estructura parece que aguanta, pero los daños en el interior y en el exterior son inmensos y hará falta una gran movilización para lograr devolver al edificio su esplendor original", lamenta.
Las alarmas antiincendio de Notre Dame se disparan a las 18:50 del lunes. En ese momento se celebra en su interior la última misa del día, que normalmente no está muy concurrida. "El sacerdote se calló. Nos miramos unos a otros, sorprendidos. Yo pensé inmediatamente que era un error, no creía que fuera un incendio. No había humo ni olía. El estupor inmovilizó a todo el mundo durante quizá un minuto. Después la gente se levantó y las puertas del fondo se abrieron. No he visto que nadie tuviera pánico, en unos minutos la catedral se vació", ha relatado al diario Ouest-France Johann Vexo, uno de los organistas de la catedral que tocaba para la ceremonia.
A las 18:55, el obispo auxiliar de París, que se encuentra en el exterior de la catedral, ve que empieza a salir humo. Apenas cinco minutos más tarde, las llamas devoran el entramado de vigas de madera que sujeta la cubierta de Notre Dame -una estructura denominada El Bosque, que data de la Edad Media- y ya son perfectamente visibles desde fuera. A las 19:50 se derrumba la aguja de la catedral debido al fuego. "Mi sensación era de completo hundimiento. Un sentimiento a la vez de impotencia y de desastre. No podía creer lo que estaba viendo. Una gran tristeza por este desastre, que en poco más de una hora ha destruido un edificio que ha atravesado casi nueve siglos", señala Jachiet.
Cuando empiezan a llegar los bomberos, el incendio está ya fuera de control. "Lo que me ha contado el jefe de los bomberos es que en primer lugar intentaron acotar el fuego. Era imposible apagarlo, ningún instrumento humano habría podido hacerlo. Pero han tenido éxito a la hora de circunscribirlo. Lucharon durante más de una hora y media para evitar que se propagara al interior de las torres y lograron salvar las torres y la fachada", explica el obispo auxiliar.
Es en este momento crítico en el que la supervivencia de la catedral pende de un hilo. "Una veintena de bomberos entraron en las dos torres poniendo en riesgo sus vidas para poder atacar el foco del incendio desde el interior, lo que ha permitido salvar el edificio. Desde esta mañana sabemos que la salvación se jugó en un cuarto de hora o en media hora. Hay que agradecer su coraje y determinación", ha asegurado el número dos del ministerio del Interior francés, Laurent Núñez. En total, 400 bomberos participan en el dispositivo de extinción.
Robot para bajar la temperatura
Cuando los bomberos se dan cuenta de que la aguja de la catedral está a punto de derrumbarse, piden a sus compañeros que se encontraban en el interior del edificio que se retiren para dar paso a un robot, según ha explicado un portavoz del cuerpo a AFP. El robot, que "permite hacer bajar la temperatura en el interior de la nave", se llama Colossus y lo fabrica la empresa francesa Shark Robotics. Es uno de los héroes de la jornada. Se trata de un dron terreste que asume riesgos en lugar de los humanos cuando la situación se vuelve demasiado peligrosa, por ejemplo cuando hay riesgo de derrumbe o de temperaturas asfixiantes.
Además de tratar de apagar el fuego, las fuerzas de seguridad se dedicaron durante toda la noche a retirar las obras de arte y los tesoros que alberga Notre Dame. "Tenían un plan de evacuación muy preciso que han llevado a la práctica y ahora la mayoría están en el Louvre. Las primeras que sacaron son las reliquias, las que tenían más valor para nosotros por ser más antiguas. Ahora se encuentran en lugar seguro", señala Jachiet. Entre ellas están la Santa Corona o la túnica de San Luis.
"Hay una cadena humana que se ha puesto en marcha enseguida: primero los bomberos, que hacen un trabajo increíble", ha indicado la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. "Una cadena de solidaridad, sobre todo para preservar las obras de arte", ha resaltado.
La señal de victoria llegaba a las 23:00 horas del lunes. "Puede considerarse que la estructura de Notre Dame ha sido salvada y se podrá preservar en su totalidad", proclamaba el general Jean-Claude Gallet, comandante de la brigada de bomberos de París. El incendio se da por controlado a las 3:00 de la madrugada, pero sólo se extingue por completo a primera hora de la mañana del martes, 12 horas después del estallido inicial. A las 8:00 horas, los bomberos todavía riegan la fachada de las torres para reducir la temperatura.
Poco después, el fiscal de París, Rémi Heitz, confirma que las autoridades francesas priorizan la hipótesis de un origen accidental del fuego. "Nada por ahora va en la línea de un acto voluntario", asegura Heitz, descartando por completo la pista terrorista. ¿Están los problemas de conservación de Notre Dame en el origen del fuego? ¿Se respetaron todas las reglas de seguridad? "Es difícil responder a esa pregunta. Es la investigación la que va a determinar si las medidas de seguridad, que deben ser muy importantes, se han aplicado bien. En todo caso, es verdad que había unas obras en marcha y una de las hipótesis posibles es que allí podría estar el origen del fuego", responde a este periódico el obispo auxiliar de París.
Los bomberos y las fuerzas de seguridad han dedicado toda la jornada del martes a verificar las condiciones de seguridad de la catedral. Se han identificado dos puntos vulnerables donde todavía podría haber derrumbamientos. El objetivo es poder asegurar completamente la estructura del edifico en las próximas 48 horas. El perímetro de seguridad en la isla de la Cité, el corazón de París, se mantiene y cinco edificios cercanos a Notre Dame han sido desalojados.
Macron quiere la reconstrucción en cinco años
La mayor parte de la cubierta de madera de la catedral ha sido arrasada por las llamas. Parte de la bóveda se ha derrumbado. El altar ha quedado aplastado por la caída de la aguja. "Sin embargo, el órgano está prácticamente intacto, al menos visto desde fuera, y ha protegido perfectamente el rosetón de la fachada", explica Jachiet. "Cuando he entrado y he visto el campo de ruinas ha sido espantoso. Pero es verdad que al descubrir la cruz dorada en pie reluciendo al lado del altar he sentido esperanza", añade tras su primera visita al interior del templo durante la tarde del martes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha dicho en un discurso extraordinario a la nación que su objetivo es reconstruir Notre Dame "en un plazo de cinco años". Las donaciones de las empresas y de las grandes fortunas francesas superan ya los 600 millones de euros. "Para mi la reconstrucción es prioritaria. No se puede esperar. Lo necesitamos para nuestra vida en tanto que comunidad nacional y en tanto que comunidad de creyentes", sostiene el obispo auxiliar de París.
"Esta catedral se construyó en unos cien años, más o menos. En aquella época, todo el mundo se implicaba: los ricos, los poderosos, el mismo rey, pero también todo el pueblo de París o los gremios, que aportaban dinero y donativos en forma de mano de obra. Esa es la imagen que me viene a la cabeza. Si queremos reconstruir esta catedral, es necesario que todo el mundo se implique. Creo que es posible reconstruir totalmente la catedral y que lo lograremos con mucha ayuda", resalta confiado Jachiet.