Las sospechas de financiación irregular de sus campañas electorales salpican a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que parece además estancada en los sondeos, año y medio después de irrumpir como tercera fuerza a escala nacional.
La Fiscalía de Berlín ha abierto sumario contra el tesorero de la AfD, Klaus Fohrmann, por presunta vulneración de la ley de financiación de los partidos, informa hoy el semanario "Der Spiegel.
Se trata, según ese medio, de irregularidades en la contabilidad correspondientes a 2016 y 2017, el año en que la AfD se convirtió en la primera formación ultraderechista con escaños en el Parlamento federal (Bundestag) desde la década de los años cincuenta del siglo pasado.
Estas informaciones siguen a la multa de 402.900 euros impuesta esta semana por el Bundestag a la formación por el ingreso irregular de donativos relacionados con campañas electorales y de las que se responsabiliza al presidente del partido, Jörg Meuthen.
Donativos pequeños para no levantar sospechas
Las investigaciones sobre la AfD, líder de la oposición parlamentaria desde las generales de 2017 se abrieron hace unos meses al revelarse donativo de 130.000 euros recibido desde Suiza por la jefa del grupo parlamentario, Alice Weidel.
La dirección del partido admitió entonces un "error humano" en su contabilidad, a lo que siguió un goteo de informaciones sobre otros pagos, entre ellos uno de 89.000 euros para Meuthen, motivo de la sanción del Bundestag.
El origen de ese donativo es una agencia de publicidad suiza -Goal AG- y su destino era la campaña de Meuthen en el estado federado de Baden Württtemberg (sur de Alemania).
Estos fondos, como el de Weidel, se ingresaron en partidas de 9.000 euros, aparentemente para burlar la reforma de la ley de financiación de partidos aprobada por el Bundestag en 2002, tras revelarse repetidos escándalos en las grandes formaciones.
A partir de los 10.000 euros debe declararse la identidad del donante, está prohibido fraccionar esos ingresos y debe comunicarse de inmediato al Bundestag todo donativo superior a los 50.000 euros.
El asunto ha salpicado la credibilidad tanto de Meuthen como de Weidel, quienes aseguran que no se dejarán intimidar por los "intentos de difamación" ante las elecciones europeas del 26 de mayo.
El partido está estancado
Según el mismo semanario "Der Spiegel", las sospechas de financiación irregular "incomodan" a un 39% del total del electorado alemán, porcentaje que sube al 45% entre los que se declaran "electores potenciales o afines" a ese partido.
La AfD, fundada en 2013 y con representación en las cámaras regionales de los 16 estados federados del país, el Bundestag y la Eurocámara, tuvo su mejor racha electoral entre 2016 y 2018.
Ahora está estancado y los sondeos le sitúan a escala nacional en el 12%, en cuarta posición tras el bloque conservador, los Verdes -en persistente efervescencia electoral- y los socialdemócratas.
Sus expectativas de relanzamiento no se sitúan en las europeas, sino en la serie de comicios regionales que tendrán lugar en septiembre y octubre en el este alemán, donde aspiran a reeditar sus resultados récord en esa parte el país -un 24,6% en Sajonia-Anhalt-.
La AfD quiere comulgar con los periodistas
La AfD se ha incorporado a la plataforma ultraderechista de la italiana Liga que lidera Matteo Salvini y que aglutina a partidos hermanos de Austria, Estonia, Dinamarca, Finlandia y Eslovaquia.
A diferencia de esas formaciones hermanadas, muchas de ellas integradas en coaliciones de gobierno o aliados externos, la AfD está excluida para cualquier ejecutivo a escala federal o regional.
Un año y medio después de llegar al Bundestag, sigue sin haber logrado que se elija a un representante suyo para una de las vicepresidencias de la cámara baja, en contra de la práctica que otorga uno de esos puestos a cada grupo parlamentario.
"No le asiste ningún derecho", aclaró el presidente del Bundestag, el conservador Wolfgang Schäuble, para quien que el resto de grupos sí tengan un vicepresidente se debe a un "consenso".
Para el próximo mayo la AfD se propone organizar en Berlín, en la sede de su grupo parlamentario del Bundestag, un seminario de periodistas afines -avanza "Der Spiegel"-, incluido Stephen Bannon, el exeditor del portal ultraderechista Breitbart News.