Es bien sabido que cuando surge un extremo, otro se prepara para hacerle la competencia. Y eso es lo que está ocurriendo en Reino Unido: después de los 'faragistas' liderados por Niegel Farage, llegan los 'anti-faragistas'. Un movimiento surgido de las entrañas de la política británica que quiere hacer frente a los 'brexiters'.
Farage ha creado su nuevo partido, el 'Brexit Party', abanderando el ultranacionalismo y el euroescepticismo que le caracteriza -a pesar de sumar 20 años como eurodiputado-. Pero los 'anti-farages' quieren hacerle sombra: así nace el partido 'Change UK' (Cambiar Reino Unido).
Hace dos meses varios miembros del partido de la primera ministra Theresa May, el Partido Conservador, se marcharon de sus filas ante los múltiples fracasos de sacar el 'brexit' adelante, con la continua negativa de los laboristas liderados por Corbyn.
Estas fugas conservadoras, que inicialmente eran 11 diputados y se hacían llamar el Grupo Independiente -donde también había algunos laboristas-, se quieren convertir en una lista completa de 70 candidatos pro-UE para conseguir llegar al Parlamento Europeo en las elecciones del próximo 26 de mayo, a las que el Reino Unido -paradójicamente- se presenta tras no conseguir aprobar un plan de 'brexit' antes de la fecha clave de los comicios europeos.
El monopolio del anti-brexit
Aunque 'Change UK' todavía no tiene bien definida su línea política, se han conformado comola némesis de Farage. Y es que, si consiguen enviar a algunos parlamentarios a Bruselas, su postura podría coincidir con la del partido de Macron en el Parlamento Europeo 'La République En Marche', que se aglutina votantes de centro-derecha y centro-izquierda.
El portavoz de 'Change UK', Chuka Umunna -disidente laborista-, ha dicho que está "feliz" de representar a los anti-farages. Según recoge Politico, Umunna se pregunta: "¿Quienes están con la mayoría de los británicos que aborrecen a la derecha intolerante?".
Pero si algo puede ocurrir en un "partido Frankenstein" como 'Change UK', es que la línea política sea difícil de establecer. Y aunque su postura principal sea clara, realizar un segundo referéndum sobre el 'brexit', no son el único partido que lo propone.
Farage acumula el 27% de la intención de voto
Los Demócratas Liberales, el Partido Verde, el partido Nacional Escocés y el Plaid Cymru en Gales también se sitúan en esa línea, por lo que ahora mismo 'Change UK' no tiene el monopolio del anti-brexit como lo tiene Farage del pro-brexit.
El partido de Farage se sitúa ahora entorno al 27% de intención de voto en una encuesta de YouGov para las europeas. Esta misma encuesta le otorga un 6% a 'Change UK', junto con un resultado fragmentado para los partidos que creen en un segundo referéndum, aunque juntos superarían a Farage con un 29% en total.
'Change UK' asegura que se enmarcan tanto en el espíritu del centro izquierda democrático y liberal como en un aspecto tradicionalmente asociado al conservadurismo: la defensa de las tradiciones de la nación.
Y es que Umunna -que no se presenta a diputado europeo para poder continuar en la Cámara de los Comunes- asegura que todavía no van a posicionarse: "Estamos en un momento de cambio... no vamos a descartar nada. Tomaremos una decisión una vez tengamos diputados en el Parlamento Europeo".
Dos candidatos dimiten por tuits comprometidos
Ya son dos los candidatos de Change UK los que han renunciado a su número en la lista para el Parlamento Europeo tras emerger tuits antiguos con mensajes racistas o machistas.
El primero fue Ali Sadjady, tras salir a la luz un tuit en el que decía: "Cuando escucho que el 70% de los carteristas del Metro de Londres son rumanos, me dan ganas del 'brexit'". Esto fue en noviembre de 2017.
El segundo, Joseph Russo, que dimitió el pasado miércoles por comentarios denigrantes sobre las mujeres y las minorías sociales. En uno de los comentarios decía, por ejemplo, que tenía miedo de las mujeres negras.
Russo anunció su partida de Change UK en su cuenta de Tuiter, justo antes de eliminarla, diciendo que no estaba "competamente preparado para el escrutinio público" como al que se enfrentó por los tuits.