"Reafirmamos nuestra convicción de que unidos somos más fuertes en este mundo cada vez más inestable y exigente". Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han aprobado este jueves un decálogo de buenas intenciones, una especie de Diez Mandamientos para la superviviencia de la Unión Europea en un entorno hostil, durante una cumbre extraordinaria celebrada en la ciudad rumana de Sibiu, coincidiendo por primera vez con el Día de Europa.
El 9 de mayo de 1950, el entonces ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, pronunció una declaración en la que proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), el embrión de la actual UE. La Eurocámara ha propuesto, de momento sin éxito, declarar este día como festivo en toda Europa: San Schuman. Pero los líderes europeos han escogido esta fecha para fijar el nuevo rumbo de la Unión para la próxima legislatura, una vez que se haya consumado el brexit. Por eso Theresa May no está invitada en Sibiu.
La reunión se produce apenas dos semanas antes de que se celebren las elecciones a la Eurocámara del 26 de mayo, en las que los dirigentes comunitarios temen una nueva explosión de las fuerzas populistas y eurófobas. La UE se encuentra además cada vez más sola en la escena internacional, atrapada entre el unilateralismo y el proteccionismo de Donald Trump, la posición agresiva de Rusia o el auge de China.
Por eso, en la declaración de Sibiu, los jefes de Estado y de Gobierno han dejado aparcadas por unas horas las múltiples crisis y polémicas que les dividen (desde la inmigración, que enfrenta a los países del Este contra los del Oeste; hasta la reforma del euro, en la que chocan Norte y Sur) para hacer profesión de europeísmo. "Reconocemos la responsabilidad que tenemos como dirigentes de reforzar la unión y dotarla de un futuro prometedor", aseguran.
PRIMER MANDAMIENTO: "Defenderemos una sola Europa: de este a oeste, de norte a sur. (...) No hay cabida para las divisiones que operan en contra de nuestro interés colectivo".
SEGUNDO MANDAMIENTO: "Nos mantendremos unidos, pase lo que pase. Mostraremos nuestra solidaridad mutua en momentos de necesidad y siempre actuaremos codo con codo. Podemos hablar con una sola voz y así lo haremos".
TERCER MANDAMIENTO: "Siempre buscaremos soluciones conjuntas y nos escucharemos mutuamente con ánimo de entendernos y respetarnos".
CUARTO MANDAMIENTO: "Seguiremos protegiendo nuestro modo de vida, la democracia y el Estado de derecho. Los derechos inalienables y las libertades fundamentales de todos los europeos se lograron tras una ardua lucha y nunca han de darse por sentado".
QUINTO MANDAMIENTO: "Actuaremos allí donde sea más necesario. Europa seguirá siendo importante en los asuntos importantes".
SEXTO MANDAMIENTO: "Siempre defenderemos el principio de equidad, ya sea en el mercado laboral, en el bienestar social, en la economía o en la transformación digital. Seguiremos reduciendo las desigualdades que existen entre nosotros y siempre ayudaremos a los más vulnerables de Europa, anteponiendo la gente a la política".
SÉPTIMO MANDAMIENTO: "Nos dotaremos de los medios para cumplir nuestras ambiciones. Proporcionaremos a la Unión los medios necesarios para alcanzar sus objetivos y llevar a cabo sus políticas".
OCTAVO MANDAMIENTO: "Preservaremos el porvenir de las futuras generaciones de europeos. Invertiremos en la juventud y construiremos una Unión adaptada al futuro, capaz de hacer frente a los retos más acuciantes del siglo XXI".
NOVENO MANDAMIENTO: "Protegeremos a nuestros ciudadanos y los mantendremos a salvo invirtiendo en poder blando y poder duro y colaborando con nuestros socios internacionales".
DÉCIMO MANDAMIENTO: "Europa será un líder mundial responsable. (...) Seguiremos trabajando con nuestros socios de todo el mundo para amparar y desarrollar un orden internacional basado en normas".
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