Roma

Forza Italia, el partido político de Silvio Berlusconi, siempre tuvo un gran defecto: nunca vio un futuro más allá del propio Silvio Berlusconi. Al contrario de la mayoría de formaciones políticas italianas y europeas, donde suele haber algún sistema de primarias, designación colegial o elección a dedo de un sucesor; en el caso de Forza Italia, el Cavaliere no ha permitido nunca que éste fuera un tema a tratar seriamente.

Aunque a veces haya mencionado la idea a modo de globo sonda en la opinión pública transalpina. Pero con un media del 9% de consenso según los últimos sondeos y donde la oleada soberanista del la Liga de Matteo Salvini está anulando al centro-derecha moderado; el propietario de Mediaset es consciente de que su formación política necesita regenerarse para no desaparecer. Así pues, aires de primarias en casa Berlusconi.

Hasta la fecha, tres son los candidatos que se presentan para liderar Forza Italia en el post Berlusconi: Mara Carfagna, actual vicepresidenta del Congreso; Maria Stella Gelmini, ex ministra de Eduación y Giovanni Toti, presidente de la Región Liguria (Génova). Se trata de un momento delicado ya que hay poco que ganar –más allá del propio liderazgo del partido– y mucho que perder en términos electorales y políticos en relación al futuro de los populares italianos. La estructura e historia personalista de Forza Italia, centrada en la figura de Berlusconi; no hace más que garantizar el hecho de que todos los candidatos estén recordando constantemente la importancia del Cavaliere en el proceso que pondrá en evidencia la necesidad de un heredero político. 

¿Muleta de Salvini?

"El líder seguirá siendo Silvio Berlusconi", aclara Mara Carfagna: "Ha diseñado un recorrido importante, un baño de democracia que gestionaremos con él. Maria Stella Gelmini, sin embargo, hace hincapié en el hecho que la nueva cara visible de Forza Italia no aspira a ser el complemento político de un Gobierno, sino ser un actor protagonista del mismo como en el pasado: "Forza Italia no será la muleta de la Liga". Por su parte, Giovanni Toti, quien durante un tiempo fue sospechoso de querer abandonar a Forza Italia para abrazar a Salvini, ha sido nombrado por Berlusconi para dirigir el proceso de renovación del partido: "Antes de final de año habrá un congreso o unas primarias abiertas donde todos los amigos que salieron de Forza Italia puedan participar". El propio Berlusconi medita la posibilidad de convocar unas "consultas populares" para legitimar los cargos del partido.

"El Cavaliere siempre tendrá un lugar privilegiado dentro del partido", explica Giovanni Toti, "pero en el momento en el que habrá un colectivo de personas elegidas democráticamente que se expresará, la línea del partido se desarrollará en los organismos del mismo y el coordinador estará obligado a ejecutarla".

Mara Carfagna, teniendo en cuenta el coqueteo de Toti con la Liga, asegura que "aunque ganara las primarias, Toti no pensaría nunca en fusionar a Forza Italia con Salvini", dado que "tenemos que reforzar nuestro partido" y "recuperar el terreno" perdido tras las últimas Elecciones Europeas.

Nuevo liderazgo

Uno de los elementos de mayor controversia tiene que ver precisamente con el empoderamiento autónomo del presidente de la Región Liguria. "Ya se está comportando como un líder, olvidando que él ha sido nombrado como todos los demás", ha explicado Gelmini, compañera y candidata, quien asegura que "la escisión no habría beneficiado al partido". Y añade: "Hay que llevar una gran campaña para escuchar a esos millones de italianos que ya no van a votar [a Forza Italia]". "Más candidatos hay para el liderazgo del centro-derecha, más feliz estaré", asegura Giovanni Toti en relación a la posibilidad de que, progresivamente, vaya aumentando el número de aspirantes sucesores de Silvio Berlusconi, quien hace pocas semanas aseguró que "quien se aleja de Forza Italia está condenado a la invisibilidad".

Sin embargo, también hay voces críticas respecto a todo el proceso de regeneración interna del partido: "Si la renovación consistiera simplemente en un congreso que nombre a un coordinador que complemente a Salvini, sería sólo la prolongación de una agonía", explica Stefano Parisi, ex candidato a la alcaldía de Milán en 2016 y a la presidencia de la Región Lazio en 2018 (Roma), bajo el amparo de Forza Italia. Y añade: "Hay que hacer una reflexión profunda acerca de por qué el área popular y liberal ha perdido la relación con sus electores. Para construir un nuevo liderazgo no hay que tener miedo al voto popular. No se trata sólo de primarias, sino de la voluntad de someterse a un debate abierto".

La novedad acerca de la renovación de Forza Italia ha sido promovida por el propio Berlusconi, quien hace unos días envió una nota interna a los grupos parlamentarios de la formación política para explicar el camino que se va a seguir. Así pues, en unas dos semanas tendrá lugar el Comité Ejecutivo de Forza Italia, donde él, en cualquier caso, tendrá la "responsabilidad de coordinar la organización del partido", sobre la base de sus "directrices".

Mara Carfagna y Giovanni Toti, en cuanto coordinadores del proceso de reforma, serán os encargados de desarrollar una "propuesta de modificación estatutaria para presentar al Congreso Nacional", ha detallado Berlusconi en el documento interno. En la nota, el Cavaliere explica el motivo de su decisión: "Queremos ofrecer una aportación real a la vida del país en nun momento tan difícil y con un Gobierno tan inútil". Y añade: "En un tiempo breve tenemos que devolverle a Forza Italia la fuerza de sus comienzos, para captar de nuevo el consenso del electorado".