Miembros del Parlamento británico de todos los partidos se han unido en un intento de frenar a Boris Johnson en su empeño por salir de la Unión Europea a cualquier precio el 31 de octubre. Están buscando vías legislativas que pasan por evitar el receso del Parlamento en otoño, para que haya más tiempo para negociar, o presentar una moción de censura al propio Johnson.
El poder e influencia que ha adquirido Dominic Cummings dentro del Ejecutivo británico, más en concreto como principal asesor de Johnson para el brexit, preocupa a los sectores más moderados dentro y fuera del Partido Conservador. Desde dentro de los tories, hay quien describe las actuaciones de Cummings como un "reino de terror" en el número 10 de Downing Street que persigue la salida de la UE el 31 de octubre a cualquier precio.
Una fuente del partido conservador reveló a The Guardian que Cummings había demandado a Johnson el control sobre el brexit como condición para entrar en el Gobierno y que ha ido dejando de lado a los consejeros más moderados, como Sir Eddie Lister, para sustituirlos por un equipo que "verdaderos creyentes" en un brexit duro. La mayoría de estos últimos son miembros de la campaña Vote Leave que lideró Cummings.
Esta persona es la misma que habría descrito el "reinado del terror" de Cummings, en el que los consejeros temen por su empleo y se les hace trabajar para sacar adelante el brexit pase lo que pase en la fecha prevista.
¿Quién es Cummings?
Dominic Cummings fue el cerebro que fraguó la exitosa campaña 'Vote Leave' en 2016, que promovió el voto a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Se le atribuye la creación del eslogan "Take back control", "recupera el control", que resumía la campaña.
Tras el referéndum de 2016, 'Vote Leave' ha estado en el punto de mira porque se considera que obtuvo dinero de forma fraudulenta, basó la campaña en mentiras y se vio salpicado por el caso Cambridge Analytica. Esto tocó de cerca a Cummings y al propio Johnson, que formaba parte de la campaña y fue investigado.
Se entiende entonces que el primer ministro británico haya puesto como máximo responsable del brexit a su compañero y gran cerebro de 'Vote Leave', cuyo éxito vivió de cerca en 2016.
Otro tory moderado ha dicho de Cummings: "Es un consejero no elegido y hay preocupación de que el primer ministro se esté convirtiendo en una tapadera para sus planes ideológicos".
El propio Cummings ha amenazado a los consejeros conservadores que serán despedidos sin derecho a reclamar si se prueba que han filtrado información perjudicial para la política del brexit del Gobierno, según The Times. Además, ha sugerido que Johnson tiene en su mano poner la fecha de las elecciones generales para evitar perder una moción de censura.
"Abuso antidemocrático"
El primer ministro se encargaría de que esta llamada a las urnas no fuera en ningún caso antes del 31 de octubre, una vez se haga efectivo el brexit. Esta es la maniobra que manejan desde Downing Street para evitar cualquier movimento del Parlamento para frenar un brexit sin acuerdo.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, ha escrito al secretario del gabinete de Gobierno, el más alto funcionario de carrera de la administración británica, para que impida un movimiento que considera un "abuso de poder antidemocrático".
La mayoría de la Cámara de los Comunes es contraria a abandonar la UE sin haber pactado antes los términos de salida con Bruselas, como aparentemente está determinado a hacer Johnson. Por ello, el entorno del primer ministro da por hecho que los diputados intentarán tumbarlo en septiembre, cuando se retome la actividad parlamentaria.
Ayuda a la Reina
Los diputados moderados han propuesto abiertamente por primera vez que la reina Isabel II actúe como último resorte para bloquear un "brexit" duro en caso de que el Parlamento se quede sin recursos.
Existe una maniobra parlamentaria para solicitar a la soberana que designe a un nuevo primer ministro si Johnson pierde la confianza de la Cámara. John McDonnell, "número dos" de Corbyn, ha sugerido que tras una moción de censura contra Johnson, el líder de la oposición puede intentar ser investido como primer ministro incluso si no cuenta con el respaldo mayoritario de los Comunes.
Sin embargo, algunos analistas consideran poco probable que la monarca abandone el papel neutral que se ha esforzado por mantener desde su coronación, en 1953.