Desde hace una semana, Francia vive a manos con una marea de protestas sociales. Los chalecos amarillos han vuelto a salir a la calle para protestar contra la reforma de las pensiones que el Gobierno de Macron ha presentado este miércoles. El primer ministro francés, Édouard Philippe, se comprometió a instaurar un sistema universal de jubilaciones que acabe con los 42 regímenes especiales que subsisten en el país, así como a establecer una pensión mínima de mil euros.
En la esperada presentación del proyecto de reforma de las pensiones, que ha provocado una masiva huelga en los transportes que se prolonga desde el pasado jueves, Philippe subrayó que "las mujeres serán las grandes ganadoras" de un nuevo sistema por puntos, cuyo valor será decidido por los agentes sociales y no podrá bajar por ley.
El primer ministro también anunció que la edad mínima para jubilarse será de 62 años, aunque la edad de referencia para recibir una pensión plena se establecerá a partir de 2025 en los 64 años, con un sistema de incentivos y penalizaciones ("bonus-malus") que premie la permanencia en el mercado de trabajo.
La huelga que ha perturbado en gran medida la movilidad en Francia goza de amplio respaldo entre los trabajadores de la compañía pública de ferrocarriles (SNCF) y del transporte metropolitano de París (RATP), que gozan de uno de los regímenes especiales que la reforma pretende suprimir.
"Ha llegado el momento del sistema universal. El de los regímenes especiales se acaba", proclamó Philippe al principio de su intervención ante el Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE).
Pese a todo, el ritmo de instauración de los cambios se hará de forma progresiva, de forma que empiece a aplicarse paulatinamente para los nacidos a partir de 1975 y sólo los nacidos después de 2004 la integren directamente, aseguró.
Los agentes sociales "bajo control del Parlamento" deberán concertar el valor de los puntos por los que se calcularán las pensiones, que se indexarán con los salarios y no con los precios, aunque una "regla de oro" impedirá que puedan bajar.
Asimismo, la aumentará la "cotización de solidaridad" que deberán pagar aquellos cuyos ingresos superen los 120.000 euros anuales.
Otra medida prevista por la reforma es otorgar puntos suplementarios, que supongan un aumento del 5% en la pensión, a partir del primer hijo, y no del tercero como hasta ahora.