Bruselas

Más allá de la tristeza por la amputación que supone el brexit, la Unión Europea respira este viernes aliviada por la aplastante victoria de Boris Johnson en Reino Unido. Aunque nunca lo confesarían en público, los dirigentes comunitarios iban en estas elecciones con el extravagante líder de los conservadores. Contra todo pronóstico, lograron firmar con él un nuevo acuerdo de divorcio el pasado 17 de octubre.

Su mayoría absoluta garantiza que el Parlamento británico lo ratificará en las próximas semanas tras cuatro intentos fallidos. Londres dirá definitivamente adiós a la UE el 31 de enero de 2020 de forma ordenada, frente a la salida salvaje que propugnaba inicialmente Johnson. Los Veintisiete pueden por fin pasar página en el culebrón del brexit.

"Me gustaría felicitar al primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, por su victoria electoral. Esperamos que la votación en el Parlamento británico del Acuerdo de Retirada se produzca lo antes posible. Es importante tener claridad lo antes posible", ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a su llegada a la jornada final de la cumbre de invierno en Bruselas, que estará consagrada al brexit.

"Para nosotros es bueno tener una mayoría clara en Londres", ha admitido el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel. "Boris ha ganado las elecciones diciendo a todo el mundo que quería cumplir (el brexit) y ahora es el momento de cumplir, no hay más excusas. (...) La gente ha votado a Johnson porque quería certidumbre. Incluso los partidarios de quedarse, todo el mundo estaba harto", ha dicho Bettel.

"La clara victoria de Johnson nos permite una salida ordenada para el 31 de enero de 2020, como estaba previsto. Entonces nos espera una negociación comercial hasta el 31 de diciembre de 2020. Será difícil porque vamos cortos de tiempo. Pero creemos que el trabajo preparatorio que hemos realizado nos permitirá alcanzar una conclusión fácilmente", sostiene el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.

El que mejor ha sabido condensar el sentir general de los líderes europeos es el primer ministro irlandés, Leo Varadkar: "Me siento aliviado por mi país y también me siento aliviado por Reino Unido. Llevamos dos o tres años de bloqueo, que ahora va a resolverse. Lamento profundamente que Reino Unido se marche de la UE, pero es su decisión".

"La opinión mayoritaria en la UE es que el brexit debe tener lugar. Es bueno empezar una nueva etapa en la que debemos buscar una relación lo mejor posible con Reino Unido. Prolongar la situación actual es indeseable. Hemos perdido tres años, demasiado tiempo, en una operación de destrucción y desmantelamiento y debemos pasar a otra etapa", explicaba esta semana un diplomático europeo. El escenario "kafkiano" de  pesadilla para la UE habría sido otro Parlamento sin mayoría clara incapaz de tomar cualquier decisión sobre el brexit.

El mensaje que quieren lanzar ahora los jefes de Estado y de Gobierno es que la UE está preparada para acelerar las negociaciones de un acuerdo comercial con Londres desde el momento en que el brexit se materialice. 

El tiempo apremia. La fase de transición que pactó originalmente la UE con la ex primera ministra, Theresa May, duraba 18 meses, hasta diciembre de 2020. El retraso en la salida ha hecho que el plazo se comprima a 11 meses. Johnson asegura que no pedirá más prórrogas, aunque es posible otro retraso de dos años. Diciembre de 2020 será una nueva fecha de brexit al borde del precipicio.

¿Hay tiempo para negociar otro acuerdo?

"Estamos preparados. La UE negociará para tener una cooperación estrecha con Reino Unido en el futuro", ha resaltado Michel. Una cooperación que no debe limitarse al comercio sino también a cuestiones como la seguridad o la defensa. ¿Hay tiempo en 11 meses para cerrar un acuerdo? El pacto con Canadá costó 7 años, el de Japón 5 años y el de Mercosur 20 años.

"No quiero hacer predicciones basándome en las experiencias del pasado. Pero espero que seamos capaces de trabajar muy duro con el Gobierno británico. Es muy importante dar estabilidad y seguridad lo antes posible para los ciudadanos pero también para las empresas europeas y británicas", responde el presidente del Consejo Europeo.

La principal prioridad para la UE en la negociación comercial con Londres será "mantener un terreno de juego equilibrado", ha insistido Michel. El principal temor de la UE es que Johnson rebaje las normas de protección social y medioambiental y se convierta en un paraíso fiscal, en un nuevo Singapur a orillas del Támesis. Por eso los líderes europeos ya han insistido muchas veces en que si Londres se desvía significativamente de las leyes europeas, cualquier nuevo acuerdo será muy difícil.

Lo único que está claro ahora es que Michel Barnier, que durante tres años ha logrado preservar la unidad de los Veintisiete contra Reino Unido, será también el responsable de negociar el nuevo pacto comercial.

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