Bruselas

La reunión de emergencia celebrada este lunes en Bruselas entre el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, y los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel, y de la Comisión, Ursula von der Leyen, no ha servido para recomponer el pacto migratorio de 2016 entre la UE y Turquía. Las dos partes discrepan incluso sobre la interpretación y la puesta en práctica del acuerdo, pero se han comprometido a seguir dialogando para tratar de reducir la presión en la frontera entre Turquía y Grecia.

El acuerdo obliga a Turquía a retener en su territorio a los refugiados sirios que intentan llegar a Europa. A cambio, la Unión Europea se ha comprometido a pagar a Ankara 6.000 millones de euros para mejorar las condiciones de vida de los migrantes. Un total de 4.700 millones ya están comprometidos y, de esa cantidad, 3.200 millones ya se han desembolsado.

Bruselas anunció además que impulsaría la exención de visados a los ciudadanos turcos que quieran viajar a la UE y que desbloquearía el proceso de adhesión de Turquía al club comunitario. Pero en estos dos capítulos no ha habido ningún avance. Erdogan reprocha a la UE este bloqueo, así como la tardanza en los pagos y reclama nuevas ayudas.

El acuerdo migratorio saltó por los aires tras un ataque el 27 de febrero del régimen sirio en Idlib en el que murieron una treintena de soldados turcos. Erdogan se sintió abandonado por la UE y la OTAN y anunció que abría las fronteras a los refugiados sirios para que pudieran entrar en Europa a través de la frontera con Grecia.

Las autoridades griegas han bloqueado la entrada de los migrantes recurriendo a un uso de la fuerza que las ONGs tachan de desproporcionado y suspendiendo los procedimientos de asilo.

La prioridad de la UE en la reunión con Erdogan era lograr que Turquía acepte quedarse con los migrantes atrapados en la frontera. "Encontrar una solución a esta situación requerirá aliviar la presión en la frontera", ha dicho Von der Leyen. Los Gobiernos europeos han acusado a Erdogan de usar a los refugiados como arma política y le piden reducir la tensión como paso previo a cualquier revisión del pacto migratorio.

Toque de atención de la UE a Grecia

Por su parte, el presidente turco ha vuelto a pedir este lunes a la UE y a la OTAN "solidaridad" en la guerra de Siria. "Esperamos apoyo concreto de todos nuestros aliados en la lucha que Turquía ha estado llevando a cabo en solitario", ha dicho Erdogan en una comparecencia conjunta con el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

El presidente turco ha recordado que su país alberga ya a 3,7 millones de refugiados y ha arremetido contra Grecia por presionar a la UE para que endurezca su posición hacia Ankara. "No se puede entender ni es razonable que un aliado y país vecino señale a Turquía como responsable de la ola de inmigración irregular. No vamos a permitir que este país utilice la actual situación y a la UE para obtener beneficios para sí mismo", ha criticado.

Al final de la reunión con los dirigentes de la UE, Erdogan ha rechazado salir en rueda de prensa y ha dejado solos a Michel y Von der Leyen. El único resultado concreto del encuentro ha sido encargar al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y a su homólogo turco que examinen conjuntamente el funcionamiento y el grado de aplicación del acuerdo migratorio. 

Una vez que las dos partes hayan llegado a una interpretación común, Erdogan volverá a reunirse con los dirigentes de la UE para tratar de desbloquear el pacto. "Es un paso importante en la buena dirección, pero todavía queda trabajo por hacer", ha admitido el presidente del Consejo Europeo.

"Es bueno que las líneas de comunicación con Turquía siguen abiertas y activas", ha celebrado Von der Leyen. Tras expresar en los últimos su apoyo sin fisuras a la actuación de Grecia en la frontera, la presidenta de la Comisión ha dirigido por primera vez este lunes críticas veladas al Gobierno de Kyriakos Mitsotakis.

"Cualquier uso excesivo de la fuerza es completamente inaceptable y todas las actuaciones de las autoridades deben ser proporcionadas. Eso está claro. Para nosotros es importante que se combinen dos cosas: las fronteras europeas deben respetarse y los derechos humanos fundamentales, por ejemplo el derecho a pedir asilo, deben respetarse también", ha dicho Von der Leyen. 

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