El Gobierno italiano pone en marcha un gran paquete de ayudas para frenar, económicamente, los efectos del coronavirus. Tras el visto bueno de la Unión Europea, para que el país con forma de bota pudiera aplicar ayudas de Estado a las empresas y saltarse los Pactos de Estabilidad; Roma concretó este lunes su plan de rescate para luchar contra las consecuencias negativas del Covid-19. Un total de 25.000 millones de euros, donde 10.000 irán al mundo laboral y 3.500 a la sanidad. Según informan los principales medios del país, dicha inyección estimulará la economía itálica por un valor de 350.000 millones de euros.
El primer ministro transalpino, Giuseppe Conte, explicó en rueda de prensa el plan de choque, aunque ya se conociera buena parte de su contenido este domingo: "Se trata de una maniobra económica poderosa", aseguró el premier desde el Palazzo Chigi: "No queremos luchar contra un aluvión, con unos trapos. Estamos tratando de construir un dique para proteger a las empresas, a las familias y a los trabajadores", pronunció tras la reunión del Consejo de Ministros itálico. Y añadió: "Podemos hablar de un modelo italiano, no sólo en relación al contraste del virus, sino también por la respuesta económica para detenerlo".
No han sido pocas, en las últimas semanas, las consecuencias económicas y financieras del coronavirus en Italia. La Bolsa de Milán cayó hasta un 8% el lunes y hace una semana llegó a perder hasta el 17% estableciendo así el peor resultado de su historia. Según los expertos económicos y la información especializada en el país, el Producto Interior Bruto (PIB) de Italia podría verse reducido más de 1% incluso antes de que acabe el 2020.
Prohibido despedir
En términos de ocupación laboral, el Ejecutivo transalpino quiere evitar una sangría. Por esta razón, por un lado, el Estado italiano prohibirá los despidos en las próximas semanas y se hará cargo de los eventuales subsidios.
La respuesta del premier Conte, en las últimas tres semanas de crisis debido al coronavirus; ha querido ser –a la vez– rápida, comedida y efectiva. Todo empezó hace unos 20 días cuando, tras conocerse el primer foco del contagio a unos 70 kilómetros de Milán, el jefe del Ejecutivo itálico procedió con el aislamiento de diez pueblos lombardos, con epicentro en la localidad de Codogno, dejando bloqueadas a unas 50.000 personas.
Con el pasar de los días, se convirtió en zona roja toda la región de Lombardía y otras 14 provincias colindantes. Tras cerrar los colegios y frenar el deporte en todo el territorio transalpino, Conte etiquetó finalmente a toda Italia como una "zona protegida". En la práctica, todo el país la semana pasada empezó a seguir una cuarentena como una única zona roja.
Una vez reducidos los desplazamientos y promovido una nueva vida hogareña para los italianos con el objetivo de frenar el coronavirus; ahora llegan las medidas concretas para detener los efectos de la tercera economía de la Unión Europea: más sanitarios, prohibición de los despidos, indemnizaciones laborales y suspensión de las hipotecas; son los puntos clave del nuevo decreto ley del Gobierno italiano de Giuseppe Conte para limitar las consecuencias económicas del coronavirus.
Más sanidad pública
La prioridad para contener el virus está en el ámbito médico. Por eso el nuevo decreto ley aprobado ayer apuesta por unas mayores retribuciones de las horas extra del personal sanitario durante la actual pandemia.
Cheque baby sitter
Además está prevista la posibilidad de unos "cheque baby-sitter" de hasta 1.000 euros, tal como informa el conocido diario italiano Corriere della Sera. Uno de los grandes problemas es que escasean las plazas para los pacientes más graves, de modo que a partir de ahora los hoteles podrán funcionar como hospitales si fuera necesario.
Las autoridades públicas tendrá a su disposición también las infraestructuras de la sanidad privada. Los graduados en Medicina podrán ejercer siguiendo lo establecido por el propio decreto ley. Se contratarán 700 sanitarios repartidos entre el ámbito civil y militar. Se podrán contratar, de forma temporal, también médicos y enfermeros procedentes del extranjero.
Conciliación
La conciliación familiar, en tiempos de cuarentena forzosa en todo el país, es un aspecto fundamental. Por ello, a partir de hoy, en Italia los padres de los menores de 12 años que no puedan optar por el teletrabajo podrán solicitar hasta 15 días de baja, pagada al 50%, pudiendo pedirla de forma alternada entre ambos genitores. Si los hijos tienen entre 12 y 16 años y no pueden igualmente optar por trabajar a distancia; tendrán derecho a quedarse en casa sin sueldo y sin la posibilidad de ser despedidos en los próximos dos meses. Posibilidad de un "cheque baby-sitter" de hasta 600 euros.
En Italia no se podrá despedir a nadie en los próximos dos meses. El Estado italiano destinará 10.000 millones de euros para reforzar los subsidios por desempleo. Los trabajadores que en el mes de marzo hayan tenido que ir, de forma inevitable, a su puesto de trabajo, tendrán un bono de 100 euros siempre que su renta no supere los 40.000 euros anuales.
Impuestos aplazados
Se aplazan los pagos de los impuestos y los autónomos tendrán una indemnización única de 600 euros. Los trabajadores que no puedan ir a trabajar y no cobren, podrán recibir una ayuda de hasta 1.000 y no podrán ser despedidos debido a la actual crisis del coronavirus.
Hay más medidas. Se bloquearán los pagos de las hipotecas de la primera vivienda en los próximos 18 meses si se declara una baja de al menos el 33% de la facturación. Los DNI caducados serán válidos hasta el 31 de agosto de 2020.
Todas las entradas para eventos culturales y espectáculos serán reembolsadas en un plazo de 30 días. Los mensajeros no deberán exigir ninguna firma por los paquetes o cartas que entreguen, en aras de reducir los contactos interpersonales.
Todas las personas que hayan estado en cuarentena constará como un baja por enfermedad a todos los efectos prácticos de sueldo. El sector educativo tendrá 43 millones de euros destinados a la desinfección de las estructuras escolares. Habrá 50 millones de euros para que las empresas compren mascarillas y guantes para sus trabajadores. El Gobierno transalpino de Giuseppe Conte, además, favorecerá la fabricación de mascarillas en Italia.