Italia no se quita la mascarilla: el lento desconfinamiento para convivir con el Covid-19

Italia ya tiene lista su desescalada para dejar atrás la emergencia por el Covid-19. Tras seis semanas de confinamiento nacional, el primer ministro Giuseppe Conte ha desvelado el detalle de su receta para reabrir el país y aprender a convivir con el virus hasta que haya un tratamiento o una vacuna.

Eso sí, la contrapartida esencial para dicha vuelta a la “normalidad” será una batería de medidas de seguridad para minimizar el riesgo de rebrotes. Traducido: mascarillas, guantes y distancia interpersonal serán obligatorios. En las tiendas, en los bares, en los autobuses, en los restaurantes, en los supermercados, en las estaciones de tren, en los aviones. Prohibidas las aglomeraciones.

“La etapa de desconfinamiento será un momento de convivencia con el virus”, ha explicado Conte, en un nuevo discurso a la nación. “Hasta ahora hemos logrado un gran resultado, pero en esta nueva fase la curva de contagios podría volver a subir”, ha advertido.

Sentido de responsabilidad

Por esta razón, el presidente del Ejecutivo transalpino asegura que la estrategia clave será “mantener la distancia social” y el respeto de las “medidas de protección”; sobre todo con los allegados, ya que el 25% de los contagios “se origina en las relaciones familiares”. Y avisa: “Si no respetamos estas medidas, la curva puede subir y estar fuera de control, con daños irreversibles. Es el momento de la valentía, del sentido de responsabilidad y de comunidad”.    

La desescalada italiana, conocida como Fase 2, tendrá lugar a través de cuatro etapas fundamentales:  el 4 de mayo, el 11 de mayo y principios de junio.

Desde el lunes 4 de mayo volverán a arrancar las industrias que no han vuelto a la actividad productiva en las últimas dos semanas, cuando empezó la primera apertura bajo la condición de mantener las medidas de seguridad.

Conte descarta una reapertura por regiones y pide mascarillas hasta que haya vacuna

Viajes con documentación

A partir del 4 de mayo, día en el que acaba oficialmente la cuarentena nacional tal como se ha aplicado en el último mes y medio, se relajarán algunas prohibiciones relativas a los desplazamientos. En cualquier caso, tal como recuerdan algunos medios transalpinos como Corriere della Sera, aunque a partir de tal fecha se pueda circular fuera de la propia localidad, habrá que llevar siempre un documento cumplimentado y firmado para justificar las motivaciones relativas cualquier trayecto.

Dentro de dos semanas, así pues el día 11 de mayo, podrán abrir todo tipo de tiendas, siempre que trabajadores y clientes puedan moverse en condiciones de seguridad, así pues: con mascarillas, guantes, desinfectantes y distanciados. En cualquier caso, no estarán abiertos los centros comerciales para evitar las aglomeraciones, porque según los expertos “la libre circulación de personas podría aumentar el número de contagios”.

Bares y restaurantes en junio

A principios de junio tendrían que abrir los bares y los restaurantes que, como cualquier otro sector, tendrán que respetar las medidas de protección y distanciamiento: los camareros tendrán que llevar mascarillas y guantes, las mesas deberán tener una separación de dos metros y hay que estar al menos un metro lejos de la barra.

En lo que se refiere al conjunto de la conocida como Fase 2, por lo contrario, si hubiera un repunte de los contagios debido a la reapertura, aunque sea progresiva y paulatina; las fechas del desconfinamiento podrían verse modificadas y aplazadas. 

¿Cuáles son las principales medidas que tendrán que seguir los italianos en el desconfinamiento? En el momento en el que se relajen las medidas de seguridad, estará permitido realizar paseos lejos del domicilio de cada cual, siempre y cuando se haga manteniendo las medidas de protección y distancia social.

Niños en la calle

En cualquier caso, como mucho podrán salir dos adultos a la vez y acompañados con niños. Precisamente en relación a los más pequeños habrá un cierto margen decisorio para las autoridades locales, que podrán elegir si abrir o no los parque infantiles.

Todo dependerá en la medida en la que se pueda garantizar el distanciamiento social, ya que en todo momento estarán prohibidas las aglomeraciones. Se podrán visitar familiares y amigos, e incluso hacer deporte; pero respetando siempre las medidas de seguridad sanitarias.

Por esta razón, por el momento, las fiestas seguirán estando prohibidas por considerarse una forma de aglomeración, da igual que tengan lugar al aire libre o en un lugar privado. Estará permitido moverse entre distintos ayuntamientos.

Transportes públicos

La convivencia con el coronavirus, al principio, será más compleja en relación a los transportes. Según las estimaciones publicadas por la prensa transalpina, casi 3 millones de trabajadores italianos tendrán que volver a usar los medios de transportes públicos como consecuencia de la progresiva reapertura. Los demás, por el momento, están invitados a seguir teletrabajando mientras puedan. Trenes, aviones, metro, autobuses: las nuevas medidas de protección sanitaria afectarán a todo tipo de vehículos públicos.

Tanto en los aviones, por ejemplo, será obligatorio volar con mascarilla y las compañías aéreas tendrán que repartir los asientos de forma que los pasajeros puedan disponer de una separación de un metro de distancia entre sí. El problema logístico se añade en el caso de los metros y los autobuses porque, al contrario respecto a los aviones y los trenes, no se puede establecer con anterioridad la asignación de los asientos.

Una de las dudas prácticas de estos días, de hecho, es cómo y quién tendrá que distribuir a los pasajeros en buses y metro. Entre otras cosas porque, los viajeros diarios tendrán que acostumbrarse a que si no hay sitio en un vehículo, tendrán que esperar pacientemente al siguiente disponible.

Una playa de Ostia, cerca de Roma Efe

El verano, una incógnita

El verano, por el momento, es una incógnita. Lo que sí es cierto es que la próxima temporada estival en Italia no va a ser la misma. Los transalpinos tendrán que mentalizarse que, de poder ir a la playa, tendrán que hacerlo siguiendo el mismo esquema de vida de las últimas semanas, pero estando de vacaciones: quedarse en casa, salir sólo para lo estrictamente necesario, teletrabajar, usar vehículos privados en la medida de lo posible, mantener al menos un metro de distancia entre personas, evitar aglomeraciones.

De querer sol y arena, habrá que tratar de ir a la playa más cercana. Con mascarilla. Por eso, según algunas indiscreciones periodísticas publicadas en el país, la línea del Gobierno de Giuseppe Conte para éste verano es que los transalpinos hagan “las vacaciones en Italia”.     

Estando a los últimos datos aportados ayer por la Protección Civil Italiana, en el país con forma de bota se han registrado, hasta hoy, casi 200.000 casos de contagio en total. Actualmente, se contabilizan 106.000 positivos actuales, 65.000 curados y más de 26.000 fallecidos. Un tercio de los contagios totales y más de la mitad de los fallecidos tuvieron lugar en la norteña Lombardía, la región más afectada por el coronavirus desde el principio de la epidemia en Italia que arrancó algo más de dos meses.