Parecía un plan estrambótico pero al mismo tiempo muy ajustado a la nueva era del coronavirus. El grupo de expertos que asesora a Bélgica recomendaba autorizar a partir del 4 de mayo reuniones de hasta 10 personas en domicilios privados, pero sólo los fines de semana y siempre con las mismas personas. Por los hogares belgas empezaban a circular ya listas. Al final, el Gobierno de Sophie Wilmès no ha retenido esta medida en su plan de desconfinamiento. Un plan extraordinariamente detallado que pone de relieve todas las dificultades de la nueva normalidad social.
"El desconfinamiento es una operación que nunca se ha llevado a cabo en la historia de nuestro país", aseguró Wilmès al término de una reunión maratoniana de ocho horas el viernes por la noche en la que se cerró el plan. La primera ministra belga ha resaltado que todas las fechas son tentativas y que en cualquier momento podría darse marcha atrás si el virus se descontrola.
Bélgica es el país del mundo con mayor número de víctimas de Covid-19 por millón de habitantes. En las últimas 24 horas ha registrado 241 fallecimientos, lo que eleva el total a 6.917. Pero ni los hospitales ni las unidades de cuidados intensivos se han desbordado en ningún momento. Eso sí, ha habido muchos problemas en las residencias de ancianos, que acaparan más de la mitad de las muertes.
Los expertos atribuyen este récord a que las autoridades belgas cuentan como fallecidos por coronavirus no sólo a los casos confirmados mediante test sino también todas las muertes que los médicos sospechan que están ligadas al virus, aunque nunca se haya hecho la prueba a la víctima.
Con el inicio del desconfinamiento el 4 de mayo no cambia prácticamente nada. Los primeros contactos sociales se reanudarán a través del deporte. A diferencia de lo que ocurre en España, las autoridades belgas siempre han permitido salir a hacer deporte o pasear con la familia. La novedad es que ahora se podrá hacer deporte con dos personas como máximo, aparte de las que viven bajo el mismo techo.
Por primera vez, se autorizan actividades deportivas como el tenis, el atletismo, la pesca, el golf o el kayak. Con la condición de que se practiquen al aire libre, sin contacto y respetando las distancias de seguridad. El acceso a vestuarios, zonas de duchas comunes o cafeterías sigue estando prohibido.
El 4 de mayo reabren también las tiendas de tejidos y mercerías para facilitar que la gente pueda hacerse sus propias máscaras. El uso de mascarillas será obligatorio en el transporte público y se aconseja en el espacio público en general. El Gobierno belga pretende facilitar de forma gratuita a todos los ciudadanos una mascarilla reutilizable.
Clases en condiciones draconianas
El 11 de mayo es la fecha estimada para la reapertura de todos los comercios en Bélgica, con limitaciones de acceso a los establecimientos para evitar aglomeraciones. Quedan excluidas las cafeterías. El teletrabajo debe seguir siendo la norma. En las empresas donde no sea posible respetar las distancias de seguridad, deberá llevarse mascarilla.
Si las cosas van bien, el 18 de mayo es la fecha marcada para reanudar la vida social. Se permitirán las reuniones en domicilios privados y un mayor número de personas en bodas y entierros. Se podrán organizar excursiones de un día a otras regiones del país o visitas a la segunda residencia, por ejemplo en la costa belga. Para los deportes en equipo, se autoriza el entrenamiento al aire libre pero sólo en el marco de clubs reconocidos por una federación deportiva.
A partir del 18 de mayo podrían reabrirse las peluquerías y los museos, con restricciones. También se retoman las clases de primaria y secundaria, pero con una serie de condiciones draconianas que ocupan varias páginas en la estrategia de desconfinamiento. Los alumnos de más de 12 años tienen que llevar mascarilla de forma obligatoria, no puede haber más de 10 estudiantes por clase y no se servirán comidas calientes en el comedor.
La última fase en este desconfinamiento inicial en Bélgica comienza el 8 de junio con la reapertura progresiva de los restaurantes, también con muchas limitaciones que aún no se han definido. En una fecha posterior, que todavía no está marcada, podrán hacer lo propio los bares y las cafeterías. También vuelven a ponerse en marcha atracciones turísticas como zoos o parques de atracciones, así como pequeños eventos al aire libre. Los grandes eventos están prohibidos al menos hasta el 31 de agosto.
El Gobierno belga todavía no ha decidido qué va a ocurrir con el verano en materia de viajes y vacaciones en el extranjero. Es algo que se está intentando coordinar desde Bruselas. Este lunes, los ministros de Turismo de la UE celebran una videoconferencia para buscar un plan común. Lo que está claro es que, al menos mientras no haya vacuna, la nueva vida social será muy diferente a la de la era anterior al coronavirus.