La Torre de Pisa, el campanario más famoso del mundo debido a su inclinación y uno de los monumentos más visitados y asociados al turismo en Italia, abrió este sábado después de casi tres meses de cierre por la pandemia de coronavirus.
El icónico monumento situado en la Plaza de los Milagros de la ciudad toscana abrió sus puertas a las 10.00 de la mañana y podrá ser visitado también bajo medidas de seguridad para evitar contagios.
Podrán acceder sólo 15 personas cada vez y llevarán un dispositivo que ya ha sido adoptado en otros monumentos que permitirá garantizar la distancia de seguridad de un metro entre los visitantes pues suena, vibra y se ilumina si se supera esta distancia interpersonal.
Los dos primeros visitantes fueron un padre y una hija de diez años, naturalmente de Pisa ya que por el momento no hay turistas y tampoco se permite la movilidad entre regiones.
Para Pierfrancesco Pacini, presidente de la Opera della Primaziale Pisana, quienes administran el monumento, la apertura es comparable con la reapertura de 2001, después de los 11 años en las que estuvo cerrada para realizar las obras para frenar su caída.
No es la primera señal de que lo peor ha pasado en Italia -vigilantes ante posibles rebrotes-. También lo es el regreso de las góndolas a las aguas de Venecia, todo en el marco de una lenta y se pretende que segura desescalada en el país, duramente golpeado por el Covid-19.
Italia abrirá sus fronteras a los países de la Unión Europea el próximo 3 de junio por lo que espera que se reactive el turismo, un sector que equivale al 13% del Producto Interior Bruto del país.
Vuelta a las playas
Italia afronta además el primer fin de semana de playas abiertas, por lo que los ayuntamientos han recurrido a vigilantes para controlar el acceso a los arenales y aplicaciones para los teléfonos que permiten reservar o conocer dónde quedan espacios libres para plantar la sombrilla.
Aunque el tiempo no acompaña, ya que está nublado y llueve en todo el país, se puede decir que ha empezado la estación estival en todo el país.
La alcaldesa de Roma, Virgina Raggi, ha explicado en su perfil de Facebook cómo funciona la página web del ayuntamiento en la que se informa en tiempo real sobre el estado de ocupación de las playas, para evitar aglomeraciones en los accesos o acudir a la costa cuando ya no haya disponibilidad.
Se trata de una aplicación móvil o un sitio web que los romanos tendrán que consultar cada vez que quieran ir a la playa para conocer el estado de la zona que estará marcada con tres colores: verde que hay espacio libre; amarillo, accesibilidad media y rojo, completamente reservado.
Raggi recuerda que en las playas libres de Roma se han colocado algunos postes de color rojo y blanco que marcan las áreas de 25 metros cuadrados reservadas a cada sombrilla y que podrán ocupar un máximo de 6 personas.
Vigilarán en cada acceso a las playas asistentes que controlarán las personas que han entrado y su máximo aforo y comunicarán los datos a la aplicación.
Estas medidas son para las playas de acceso libre, mientras que en las gestionadas por privados, que son numerosas en todo el país, se debe hacer reserva para entrar y también las sombrillas respetar los 5 metros de distancia y ser desinfectadas después de su uso.