Cientos de estudiantes manifestándose este fin de semana.

Cientos de estudiantes manifestándose este fin de semana. Reuters

Europa

La ‘selectividad’ pone en jaque a Boris Johnson: el polémico algoritmo que decide las notas finales

Los diputados conservadores han criticado el algoritmo informático "kafkiano" utilizado para determinar los resultados y amenazan con una "rebelión".

18 agosto, 2020 02:50

El gobierno de Boris Johnson pudo resistir a la pandemia del coronavirus que ha dejado a más de  40.000 muertos en Reino Unido pero la polémica desatada en las últimas semanas con los exámenes finales de secundaria está poniendo en jaque al Ejecutivo.

La crisis del coronavirus obligó al Gobierno británico a suspender los exámenes finales de secundaria, los llamados 'A-Levels' y, en su lugar, se ha desarrollado un algoritmo para asignar las notas finales de los alumnos cuyo método de evaluación está siendo muy discutido.

Para llegar a la nota final de cada estudiante, el algoritmo tenía en cuenta no sólo las notas de cada alumno, sino también las predicciones de los profesores y aquí es cuando han surgido los problemas. El algoritmo desarrollado atribuía mayor credibilidad a las predicciones de los profesores que tienen un menor ratio de alumnos por aula, lo que ha resultado en un favorecimiento de los estudiantes que asisten a clases en escuelas privadas.

Casi un 40% de los estudiantes vieron sus calificaciones bajar, la mayoría de ellos de institutos públicos y de barrios menos favorecidos. Los resultados muestran, además, cómo era bastante más improbable que se bajaran las calificaciones de los estudiantes de colegios privados.

Esto llevó a que miles de estudiantes perdieran lugares en algunas de las mejores universidades del país y ha desatado la indignación entre alumnos, padres y profesores que ven mermadas las oportunidades de los estudiantes más humildes.

La Universidad de Oxford denunció que había "examinado detenidamente" a todos los estudiantes que no habían obtenido las calificaciones necesarias para entrar en el centro de enseñanza y ofreció plazas a 300, muchas más que en años anteriores.

“La gran mayoría de ellos son candidatos de escuelas públicas del Reino Unido, de entornos desfavorecidos. Como resultado, tenemos a un 67,8% de alumnos que provienen de escuelas públicas este año, un aumento del 5,7% en comparación con 2019”, explicó la Universidad.

Las críticas han saltado a la arena política y los propios diputados conservadores amenazan a Johnson con una rebelión si no arregla esta “injusticia”.

Los diputados conservadores han criticado el algoritmo informático "kafkiano" utilizado para determinar los resultados este año. Expresaron su preocupación de que el sistema esté sesgado contra los alumnos desfavorecidos y va en contra, señalan, de la afirmación del primer ministro, cuando fue elegido, de que quería “subir de nivel" de la nación.

Varios de los diputados piden al gobierno que siga los pasos de Nicola Sturgeon, la ministra principal de Escocia, que decidió basar los resultados en las calificaciones previstas por los profesores para los niños. “Este sistema siembra confusión entre alumnos, directores y profesores de escuela y es lo último que necesitamos en este momento”, dijo a la BBC Robert Halfon, presidente del comité de educación en el Parlamento y miembro del Partido Conservador.

Las quejas hicieron que, el sábado por la noche, Ofqual, la Oficina de Regulación de Calificaciones y Exámenes, publicara una guía para que los alumnos pudieran recurrir sus calificaciones. Sin embargo, horas más tarde, la retiró porque necesitaba una “revisión adicional”.

Ante el silencio de Johnson, el diputado conservador Robert Syms destacó que el gobierno necesitaba abordar el tema con un proceso de apelación justo "o arriesgarse a que los parlamentarios conservadores empiecen una rebelión". "En diciembre, la gente votó por Boris Johnson para dirigir el país, no por un algoritmo. Lo que está sucediendo era evitable. Parece que hemos entrado de cabeza en un agujero y todavía estamos cavando", destacó.

Los laboristas, por su parte, están pidiendo al gobierno que lleve a cabo una "revisión técnica urgente" del algoritmo de Ofqual y establezca nuevas reglas específicas para evitar que se repitan los mismos problemas.

Miles de jóvenes han salido a las calles de Londres este fin de semana, manifestándose frente al Departamento de Educación para expresar su enfado al ver mermadas sus aspiraciones universitarias.

La controversia y la presión de alumnos, padres y docentes, a los que se sumaron políticos de todos los partidos, llegó a tal alcance que el Gobierno de Johnson decidió este lunes por la noche dar marcha atrás, suprimir la fórmula y aceptar las calificaciones de los profesores.

El ministro de Educación, Gavin Williamson, admitió este martes que la marcha atrás del Gobierno es un "momento duro" para él. "Pero en cada paso, sé que cada medida que tomamos, lo hicimos a fin de actuar por el mejor interés de los alumnos y para preservar la integridad de sistema (educativo)", dijo Williamson a los medios.