La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha completado este martes la primera remodelación de su equipo desde su toma de posesión hace apenas nueve meses. Un cambio al que se ha visto obligada por la dimisión el pasado agosto del comisario irlandés, Phil Hogan, que ocupaba la potente cartera de Comercio, por haberse saltado las restricciones sanitarias del Covid-19 durante sus vacaciones en su país y asistir a una concurrida cena en un club de golf. La polémica actuación de Hogan adquirió tales proporciones que ya tenía nombre propio: el Golfgate.
Von der Leyen ha querido limitar la remodelación al mínimo imprescindible. No quiere entorpecer el funcionamiento de su equipo en plena emergencia económica y sanitaria ni encontrarse con problemas en la Eurocámara, que debe dar su visto bueno a cualquier nuevo nombramiento o cambio de cartera.
Eso sí, ha despojado a Irlanda de la codiciada cartera de Comercio, la que junto a Competencia tiene más poderes en el Ejecutivo comunitario, en lo que en Bruselas se interpreta como una represalia no sólo por la polémica del Golfgate sino por la actuación del propio Gobierno irlandés.
Y es que fueron el propio primer ministro irlandés, Michéal Martin, y su segundo, Leo Varadkar, los que pidieron la cabeza de Hogan alegando que habían perdido su confianza en él por incumplir las restricciones sanitarias y dar versiones contradictorias. Lo hicieron socavando la autoridad de Von der Leyen, que en teoría es la única con poder para destituir a cualquier comisario.
Hogan, que en la legislatura anterior era comisario de Agricultura, constituía uno de los pilares centrales de su equipo, con responsabilidad para negociar con los Estados Unidos de Donald Trump. Al final, fue el propio Hogan el que dimitió para resolver el problema.
La presidenta de la Comisión ha escogido como nueva comisaria irlandesa a Mairead McGuinness, actual vicepresidenta del Parlamento Europeo, lo que a buen seguro facilita su ratificación. McGuinnes pertenece al Fine Gael, el partido de Varadkar, adscrito al Partido Popular Europeo. Von der Leyen había pedido al Gobierno irlandés que le presentara a dos candidatos, un hombre y una mujer. Tras entrevistar a ambos este lunes, la presidenta se ha decantado por McGuinness y ha descartado a Andrew McDowell, un exvicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Una comisaria con experiencia
McGuinness será comisaria responsable de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y de la Unión de Mercados de Capital, competencias de las que hasta ahora se ocupaba el vicepresidente económico, el conservador letón Valdis Dombrovskis. Dombrovskis es el gran ganador de la remodelación porque asume la cartera de Comercio, mantiene la vicepresidencia y seguirá siendo el responsable de la Comisión en el Eurogrupo, junto con el italiano Paolo Gentiloni.
"La señora McGuinness tiene una experiencia política significativa en cuestiones de la UE, ya que ha sido eurodiputada desde 2004 y ahora es vicepresidenta primera del Parlamento Europeo. Esta experiencia es crucial para hacer avanzar la agenda política de la UE en el sector financiero y garantizar que refuerce las prioridades clave de la Comisión, en particular la doble transición digital y verde", ha dicho Von der Leyen al anunciar su nombramiento.
Al final, el Golfgate le ha salido muy caro no sólo al excomisario Phil Hogan sino también al propio Gobierno irlandés, que pierde la cartera de Comercio y con ella ve reducido su peso en la Comisión Europea.